La NASA anunció que el 2018 fue el cuarto año más caluroso de la historia desde que comenzó a medirse la temperatura del planeta en 1880, continuando con la tendencia del calentamiento global.
Expertos de la agencia espacial estadunidense presentaron los datos recabados por ellos y por la Oficina Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA).
El director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales, Gavin A. Schmidt, dijo al diario New York Times que "ya no estamos hablando de una situación en la que el calentamiento global es algo que pasará en el futuro. Ya está aquí. Es ahora".
El doctor Schmidt explicó que las consecuencias del calentamiento global se pueden ver desde las olas de calor en Australia, las sequías, las inundaciones en Estados Unidos, la desaparición del hielo ártico y el deshielo de los glaciares.
Además, varios científicos resaltan que la intensidad de los devastadores huracanes recientes o fenómenos como el vórtice polar que congeló gran parte de los Estados Unidos también pueden estar relacionados al cambio climático.
Los científicos explicaron que en 2018, la temperatura de la Tierra fue un grado centígrado más caliente que el promedio de temperatura del siglo XIX, y que si queremos evitar las peores consecuencias del cambio climático, no deberá aumentar a más de dos grados centígrados.
Sin embargo, los investigadores piensan que esa línea se cruzará. El doctor Schmidt dijo que el mundo no terminará si se llega a esos límites, pero que sí aumentará el nivel de daño.
La manera más plausible para combatir el calentamiento global es reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. De esta manera, explicaron los científicos, el incremento de la temperatura global podrá alentarse y tal vez revertirse.
RL