Confinamiento afectó la confianza social en niños y adolescentes: especialistas

Frenó el primer amor, y desató la inseguridad, como la ansiedad, evitando la empatía social

La ansiedad tiene síntomas comunes con la depresión, sin embargo, no siempre están ligadas (Especial).
Elda Leticia Gutiérrez
Tampico /

El confinamiento ha hecho que niños y adolescentes pierdan confianza social, incluso frenó la posibilidad de vivir el primer amor, reconocen especialistas.

El psicólogo Gabriel Rubio dijo que está emergencia sanitaria ha dejado gran secuela en la sociedad, principalmente en los estudiantes, que tendrán dificultad de acoplarse tras el rompimiento social.

"Rompieron el contacto social y se vieron afectados porque ya no convivían con sus compañeros de escuela, sino también incluso con familiares, con otros amigos; ese aislamiento fue provocando problema graves", destacó.

Al referir que aquellos niños o jóvenes que eran tímidos, e introvertidos, aislados, les costará mucho más adaptarse a una nueva normalidad.

De hecho, mencionó que otra de las cosas que dañaron la vida social de los niños y adolescentes, es que frenó la posibilidad de enamorarse por primera vez.

"Al perderse ese contacto a causa del aislamiento, evitó la posibilidad de un noviazgo o el inicio de un romance; se retraso y afectó", comentó.

El estilo de vida con el que convivían los dañó por completo, al grado de volverlos inseguros, ansiosos y depresivos.

En este contexto, el nutriólogo Gabriel Lara, aseguró que no hay empatía social en estudiantes a raíz del confinamiento.


"Le estamos quitando a nuestros niños esa capacidad de generar empatía con otros niños, porque ya no están socializando, más que con los que viven en casa. Ese será, otro punto a observar dentro de algunos años", dijo.

La incertidumbre, aseguró es el desconocimiento de cómo se va a desenvolver está generación, por no estar acostumbrada, porque hoy en día no sabe generar empatía ni relación con personas de su edad.

Situación, que los daña en su desarrollo y en la forma de alimentarse, toda vez que entran en ese cuadro de ansiedad, por consumir comidas faltas de nutrientes, y al mismo tiempo, impide una activación física.


Detalló que declarar un regreso a clases presenciales, sería una respuesta arriesgada, sin embargo, e independientemente de ello, es importante fomentar el ejercicio, donde también se vean involucrados los padres.

 "Independientemente de dónde se encuentren, el ejercicio se puede hacer en cualquier lugar y qué mejor que empezar en casa con el ejemplo de mamá y papá. Honestamente no sé si es tiempo de regresar a clases presenciales o no, lo que sé, es que es tiempo para activarse", dijo.

Este tipo de actividades permitirán desatar confianza, y ayudará de gran manera a los estudiantes.


​SJHN

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