La nueva variante ómicron puede eludir en parte la respuesta de anticuerpos proporcionada por la vacunación o la infección con variantes anteriores del SARS-CoV-2. Sin embargo, las células T siguen reconociendo a esta nueva variante, según un estudio del Instituto Karolinska (Suecia) publicado en la revista científica 'Nature Medicine'.
El estudio es una colaboración con el Hospital Universitario Karolinska de Suecia y se basa en muestras de sangre de 40 personas vacunadas, 48 que habían tenido una infección leve o grave por el SARS-CoV-2 y 48 que no habían sido vacunados ni infectados previamente.
Las muestras del grupo vacunado se recogieron seis meses después de su segunda dosis de vacuna, y las del grupo previamente infectado 9 meses después de la infección confirmada en la primavera de 2020, antes de la aparición de las nuevas variantes virales. Otras muestras se tomaron de donantes sanos a finales de 2020.
Las células T de memoria de ambos grupos experimentales mostraron una buena capacidad para reconocer la proteína espiga; la mejor respuesta, sin embargo, se observó sólo en el grupo vacunado.
"Estos resultados sugieren que la inmunización de refuerzo puede proporcionar beneficios que se extienden más allá de la inducción de anticuerpos neutralizantes para mejorar la protección contra episodios recurrentes de covid-19 grave", dice Buggert.
- Te recomendamos Vacuna contra covid de Sputnik V es más eficaz que Pfizer contra variante ómicron: estudio Ciencia y Salud
Aunque la respuesta de las células T de memoria estaba generalmente intacta contra ómicron, algunas personas no respondieron tan bien.
"Ahora queremos entender por qué la respuesta difiere de un individuo a otro y si una tercera dosis de la vacuna puede aumentar aún más la respuesta de las células T contra ómicron", afirma el investigador.
¿Qué son las células T?
Las células T son una especie de células inmunes que tienen el propósito de identificar y aniquilar patógenos invasores o células infectadas. Lo logran gracias a proteínas que tienen en su superficie, mismas que se adhieren a otras proteínas que se encuentran en la superficie de las células infectadas.
Existen billones de variantes de esta célula que a su vez reconocen un objetivo diferente. Se mantienen en la sangre durante años, por lo tanto tienen memoria de largo plazo que pueden actuar de manera más rápida cuando se está expuesto a un virus, por ejemplo el virus del SARS-CoV-2.
Con esta nueva investigación muestra ahora que estas células guardan en su memoria la información del virus tras una infección previa o una vacunación con ARNm también responden a la variante ómicron.
"Junto con factores virales, como un menor nivel de replicación del virus en las vías respiratorias inferiores, y otros componentes inmunitarios, estos resultados nos dan una imagen más clara que puede explicar por qué la protección contra la enfermedad grave de ómicron sigue siendo buena en individuos previamente vacunados con ARNm", afirma el investigador principal, Marcus Buggert.
MFRC