Durante las primeras 37 semanas del año 2024 se reportaron en Nuevo León 37 casos de labio y paladar hendido, cifra un 23.33 por ciento mayor a la que se tuvo en la entidad en el año previo.
Dado que, según las cifras del Boletín Epidemiológico Nacional, a la semana 37 del año 2023 se tuvo en el estado un acumulado de 30 casos de labio y paladar hendido.
De acuerdo con los datos oficiales, con 15 semanas aún por contabilizar, el año 2024 ya superó el total de casos en Nuevo León en los años 2020 y 2021, que fue de 34; y suma solo dos menos que el total que hubo en el año 2023 que fue de 39.
Según la autoridad de salud a nivel federal, el año 2019 cerró con 42 casos de labio y paladar hendido en el estado, con 34 los años 2020 y 2021, con 46 el año 2022, con 39 el 2023, y con corte a la semana 37 del año 2024 con 37.
Preciso destacar que el 22 de octubre del año 2019 el Tecnológico de Monterrey publicó en su espacio TecScience el estudio “Agrupaciones espaciales de niños con labio y paladar hendido y su asociación con las zonas contaminadas del Área Metropolitana de Monterrey”, realizado por Francisco Gasca, Jesús Santos, Ricardo Elizondo, Gerardo Mejía, Cecilia Ruiz, Deborah Reyes, Elsie Vázquez, José Hernández, Rosa López, Rocío Ortiz, Daniel Olvera, Augusto Rojas.
Y en dicho documento los especialistas destacaron que, aunque no se podía establecer una causalidad directa de los casos con la contaminación sí existía una proximidad geográfica entre los casos y los contaminantes.
“La distribución de labio y paladar hendido sigue patrones específicos en el espacio urbano, esto coincide con la teoría de aglomeración espacial, en el sentido de que todo se relaciona entre sí en el espacio.”
“Los resultados presentes no establecen una causalidad directa, pero indican una proximidad geográfica entre los casos de labio y paladar hendido y los contaminantes ambientales, tal como mencionan otros autores”, señala el estudio.
De acuerdo con los autores, el labio y paladar hendido es una malformación congénita que afecta la estructura de la cara.
Y es, además, la malformación cráneo-facial más frecuente a nivel mundial, con prevalencias de hasta uno por cada 700 recién nacidos.
En México, la prevalencia se estima entre 0.6 y 0.9 por cada mil nacimientos.
“Esta malformación tiene implicaciones importantes para el paciente y su familia, incluyendo dificultades para la alimentación, comer y para el desarrollo del lenguaje.”
“Asimismo, este desorden puede causar afectación psicológica, social, discriminación, baja estima y dificultad en la interacción social, así como implicaciones económicas, de acceso a la salud, e impone necesidades de cirugía plástica y rehabilitación”, resalta el análisis.
nrm