Con la primavera llega una de las temporadas más cálidas para México, si bien el clima puede ser agradable, para algunas regiones puede resultar agobiante ante la presencia de fuertes olas de calor.
Este fenómeno climático se caracteriza por períodos de tres o más días con temperaturas superiores a 30 grados y una temperatura media mayor de 24 grados centígrados, como explica el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). En otras palabras su presencia detona varios días consecutivos de clima sumamente caluroso.
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Dadas sus características pueden llegar a tener un impacto grave en la salud de las personas, así como alteraciones en el ambiente, pues las altas temperaturas sumadas a la poca humedad aumentan la probabilidad de incendios y sequías.
De ahí que entre más rápido se vayan, mejor. Sin embargo, de acuerdo con un estudio publicado en marzo de este 2024, deshacerse de ellas podría ser cada vez más difícil. El artículo alerta que las olas de calor se han vuelto más “persistentes” y logran recorrer distancias más largas, lo que puede resultar sumamente problemático.
“Los resultados sugieren que las olas de calor contiguas de mayor duración, mayor recorrido y más lento causarán impactos más devastadores en la salud humana y el medio ambiente en el futuro si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando y no se toman medidas efectivas de inmediato”, señalan el Dr. Ming Lou y colegas que participaron en la investigación.
Los hallazgos revelaron que cada década, entre 1979 y 2020, la velocidad a la que viajan las olas de calor, impulsadas por la circulación del aire, se redujo aproximadamente 5 millas por día, además de que duran alrededor de cuatro días más en promedio. Esto implica que por más tiempo una región del mundo queda más expuesta a altas temperaturas.
Olas intensas
Este comportamiento ya se había previsto a más pequeña escala, de acuerdo con la científica del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, Graciela Binimelis de Raga, en la capital de México ha aumentado la frecuencia con la que se presentan las ondas de calor.
Según un estudio dirigido por Ernesto Jauregui, pionero en la investigación sobre climatología urbana, los meses con mayor número de olas de calor en la capital del país son abril y mayo. De ahí le siguen marzo y junio con menor incidencia, esto, según el análisis de los datos de entre 1880 y 2005.
En la mayoría de los casos, en la CDMX, estas olas de calor duran de tres a seis días, sin embargo, se han llegado a registrar algunas de más de 10 días en cinco ocasiones.
Si bien desde hace mucho tiempo se han registrado estas ondas de calor en todo el país, a lo largo de las décadas su frecuencia ha aumentado ‘sistemáticamente’.
Se ha detectado que no sólo son más sino que a la par llegan a ser más potentes, como destacó Binimelis de Raga en una conferencia emitida en 2023, año en el que la mayor parte de México experimentó una potente sequía.
Esta tendencia se ha visto replicada en otras partes del mundo, tal es el caso de las principales ciudades de Estados Unidos, según datos de su Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
“Su frecuencia ha aumentado constantemente, de un promedio de dos olas de calor por año durante la década de 1960 a seis por año durante las décadas de 2010 y 2020”, señala un artículo.
Frecuencia y duración
Según la investigación dirigida por Ming Luo, miembro del Instituto de Medio Ambiente, Energía y Sostenibilidad, Universidad China de Hong Kong, se analizó el avance de las olas de calor en todo el mundo.
Gracias a ello encontraron que en Eurasia y América del Norte hubo duraciones más largas y distancias más cortas, con una vida útil promedio de entre 10 y 20 días. Es decir, las olas de calor en estos lugares han durado más que en otros puntos de la Tierra.
“Las olas de calor de larga duración pueden causar daños más persistentes, lo que provocaría impactos más adversos en estas regiones”, alertaron.
Marzo 2024 y su relación con las ondas de calor
Marzo de 2024 se situó 0.73 ºC por encima del promedio de 1991-2020, siendo la temperatura más alta registrada hasta la fecha para este mes, según la información emitida por Copernicus, servicio de vigilancia climática de la Unión Europea.
Expertos destacan que el aumento en las temperaturas es un claro indicador del cambio climático, impulsado principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este último punto es precisamente el que relaciona a marzo con el estudio recientemente publicado, ya que el cambio climático ocupa un papel central en ambos problemas.
Y es que los investigadores del artículo utilizaron modelos para simular temperaturas en escenarios con y sin el calentamiento provocado por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.
El escenario con estas emisiones fue el que mejor se correspondía con el comportamiento de las olas de calor, lo que indica que el cambio climático ocupa un papel destacado en este fenómeno.
Impacto de las olas de calor
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) las olas de calor pueden tener graves consecuencias para la salud pues puede ocasionar desde deshidratación hasta golpes de calor que pueden ser mortales.
De ahí la importancia de atender a las recomendaciones y tomar medidas de protección. Estas incluyen: el uso de gafas y gorra, la aplicación de bloqueador solar con una protección mayor de 15, y evitar exponerse al sol por tiempos prolongados.
Cabe destacar que este 2024 se espera la llegada de cinco olas de calor para todo México, mismas que iniciaron en marzo y podrían finalizar hasta el mes de junio. De acuerdo con el SMN, se espera una en abril, dos en mayo y una más en junio.
LHM