California mostró signos de que dio la vuelta a la esquina de la ola de ómicron de la pandemia de covid-19, con una caída de las tasas de infección y hospitalizaciones muy por debajo del abrumador pico del cual informaban los funcionarios hace unas semanas.
Más de 15 mil personas están hospitalizadas con covid-19, una cifra enorme pero muy por debajo del pico de enero pasado de alrededor de 22 mil y la mitad de lo que temían los funcionarios. Las tasas de positividad han bajado un 15% desde principios de este mes y el modelo de proyección del estado muestra que la cantidad de hospitalizaciones se reduce a la mitad, a menos de 7,700.
“Este ómicron se extendió como un reguero de pólvora y ahora está cayendo muy rápidamente. Y eso es exactamente lo que esperamos”, dijo el martes el Dr. Jeffrey Klausner, epidemiólogo de la Universidad del Sur de California. “Es como cuando un incendio forestal quema todo el combustible. No hay más combustible para quemar y el incendio forestal se apaga”.
Los casos de cuidados intensivos tardan más en desarrollarse, por lo que no se espera el pico de unos 3 mil pacientes de la UCI hasta dentro de una semana. Luego, se prevé que el número caiga rápidamente, posiblemente por debajo de mil para fines de febrero. La tasa de mortalidad seguirá creciendo, y se prevé que más de 5 mil personas sucumbirán en las próximas tres semanas, antes de que también caiga.
La variante ómicron se propaga incluso más fácilmente que otras cepas de coronavirus. También infecta más fácilmente a quienes han sido vacunados o fueron infectados por versiones anteriores del virus. Sin embargo, los primeros estudios muestran que es menos probable que ómicron cause una enfermedad grave que la variante delta, y la vacunación y un refuerzo aún ofrecen una fuerte protección contra enfermedades graves, hospitalización y muerte.
mg