La Organización Panamericana de la Salud (OPS) llamó a México a la “prudencia” al considerar que la reducción de casos de covid puede marcar la “desaparición” de la cuarta ola de contagios.
Ayer, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, declaró que “la cuarta ola de covid va a la baja y lo más probable es que la trayectoria se mantenga de esa forma hasta su completa reducción o desaparición”.
Sin embargo, Sylvain Aldighieri, gerente de Incidente para covid-19 de la OPS, aclaró que aunque, en efecto, hay una reducción de casos activos cercano al 40 por ciento, el virus sigue circulando y causando muertes.
“En México como en la región de las Américas se observa una tendencia marcada a la baja de nuevos casos".
En México, en esta semana, el número de casos activos paso de casi 208 mil a 125 mil, o sea un descenso del 40 por ciento. En ese contexto la OPS sigue recomendando la mayor prudencia y cautela a corto y mediano plazo dado a que se sigue observando un alto número de casos nuevos en países de la región como también en México”, explicó Aldighieri.
El especialista dejó en claro que la reducción de casos activos no significa una disminución de decesos por covid.
“Durante la primera semana de febrero la región de las Américas ha reportado 4.8 millones de nuevos casos y más de 33 mil fallecidos. Y quisiera destacar que aun cuando hemos observado un descenso de casos a nivel regional, estamos observando todavía un incremento de los fallecidos con un 13 por ciento más durante la primera semana de febrero comparado con la última semana de enero".
“Este aumento en el número de fallecidos se refleja de manera muy clara en América central y en América del Sur”, precisó Aldighieri.
Al respecto, Carissa F. Etienne, directora de la OPS, también dejó claro que la reducción de hospitalizaciones y de ingresos a terapias intensiva no significa disminución de muertes, con excepción de Canadá y Estados Unidos.
“Los casos disminuyeron en las Américas en un 31 por ciento, en cambio las muertes aumentaron en un 13 por ciento en general, sobretodo en América central y del sur”, aclaró.
El número de casos, refirió, es de 4 millones de personas contagiadas y de 33 mil decesos en la última semana.
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“Hay una desaceleración de casos nuevos pero un incremento de muertes”, agregó. Situación que se está dando, por razones muy diferentes, tanto en países con alta cobertura vacunal como con baja inmunización.
La variante de preocupación ómicron es la predominante en México y en toda la región, y reiteró la OPS que no debe verse “como una simple gripe” cuando sigue causando muertes.
Aldighieri detalló que la red regional de vigilancia genómica coordinada por la OPS y el trabajo intenso de los países, incluyendo los ocho laboratorio regionales de referencia, reportaban a GISAID hasta enero de 2022 aproximadamente 262 mil secuencias completas del genoma del virus en América latina y en el Caribe.
“Y gracias a esa información sabemos que la variante Delta fue predominante en todos los países hasta mediados de diciembre
“Sin embargo, desde la introducción de la variante ómicron en las Américas se extendió rápidamente y hasta el día de hoy ha sido oficialmente reportada por 48 países y territorios en nuestra región. La variante ómicron es la predominante en todas las regiones de las Américas."
“Particularmente en México, y de acuerdo con los datos reportados por la red nacional de vigilancia genómica liderada por el Instituto del Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (Indre), durante las dos primeras semanas de enero de 2022 se había detectado la variante Delta en un 5 por ciento de las muestras, mientras que ómicron fue detectado en el 95 por ciento.
“Sin embargo, para el 31 de enero el 100 por ciento de las secuencias fueron identificados como Ómicron, siendo entonces predominante en México como en el resto de la región”, aseveró Aldighieri.
OPS pide no considerar ómicron como "una gripe"
En tanto, Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS estableció que muchas personas sólo tuvieron síntomas leves, jamás se hospitalizaron y, por ello, se debe tener cuidado con tratar de medir la tasa de letalidad.
Ómicron, dijo, en apariencia produce menos gravedad con respecto con otras variantes.
“Ómicron también produce muertes y los datos que dio a conocer la directora lo confirman. No podemos pensar que ómicron, o que el covid producido por ómicron, es una gripe. No es solamente una gripe, porque justamente entre las personas más vulnerables puede desarrollar formas graves y fallecer”.
Por eso, dijo, es muy importante mantener los planes de monitoreo y de contingencia para ver cómo está la situación.
“La tasa de letalidad -explicó- es un indicador que mide la gravedad de una enfermedad, o sea, de cada 100 casos de una enfermedad cuántas personas mueren. Ese es un indicador bueno para enfermedades sobre las cuales tenemos un conteo riguroso del número de casos y del número de muertes, de modo que sí de cada 100 casos, dos mueren, la tasa de letalidad es del 2 por ciento”.
En el caso de covid-19, añadió Barbosa, “la tasa de letalidad no es un buen indicador porque el denominador, que es el número de casos no es muy bien conocido porque gran parte de los casos son asintomáticos. Las personas tienen síntomas muy leves y no van a la unidad de salud a recibir un diagnóstico”.
La tasa de letalidad, además, puede variar mucho de un país a otro. Será más alto en un país que hace pruebas constantes y disminuirá en un país donde las personas no tienen acceso a las pruebas confirmatorias por PCR.
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“La tasa de letalidad es para hablar sobre la severidad de una enfermedad. Una enfermedad que tiene una tasa de letalidad del 20 por ciento, es decir, de cada 100 casos 20 mueren, resulta que tiene una letalidad más alta con respecto a otra enfermedad cuya letalidad es el 5 por ciento. Pero estas enfermedades no se pueden comparar entre sí”.
Lo que define la preocupación de una enfermedad es cuando causa brotes, produce incremento de casos y después reduce el número de infecciones. Se trata de una enfermedad no está controlada.
KGE