En algún momento de su etapa como jóvenes, las personas entre los 17 y los 26 años padecen depresión por la presencia de un cuadro multifactorial en el que se presentan cuestiones genéticas, la falta de actividad física y hasta la falta de luz solar, explicó María del Carmen Mora Ávila, Orientadora Educativa del Programa de Apoyo y Seguimiento al Estudiante (PASE) de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
Uno de los factores que influye para que una persona se deprima, se relaciona con la genética, es decir, si la abuelita, los papás o alguien de la familia enfrentó la depresión, la puede transmitir de manera generacional.
“Dentro de los factores que pueden provocar la presencia de depresión en las personas, se encuentra que alguno de los familiares pudo haberla tenido, por lo que se convierte en una gestión genética, no en todos los casos depresivos, pero sí puede ser una predisposición genética”, apuntó.
Otros factores que pueden influir para que una persona se deprima es la falta de actividad física, un estilo de vida poco saludable y la ausencia de una alimentación balanceada, explicó la investigadora.
“Se requiere de consumir ciertos alimentos que produzcan sustancias como la serotonina, la endorfina y adrenalina, que son las sustancias que generan el buen estado de ánimo en las personas. Si encontramos deficiencias en la alimentación y un estilo de vida sedentario, de manera natural no se están segregando”, explicó.
En la época de las fiestas decembrinas, añade la especialista, se presenta una disminución de la presencia de la luz solar, lo que provoca que haya una menor presencia de la serotonina que el cerebro genera de manera natural; además, las cuestiones psicológicas, también, influyen en el estado de ánimo de las personas.
“Se presenta en un cuadro depresivo dos emociones, la frustración, la culpa o enojo y la tristeza. Cuando hay fallas en el manejo de estas emociones por las experiencias de vida que han llevado las personas, los han orilla a sentirse así, y por consecuencia aparece este cuadro depresivo”, externó la especialista.
A nivel mundial, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se había pronosticado que para el año 2020, la segunda causa o enfermedad discapacitante a nivel global, sería la depresión, lo cual, se está cumpliendo y hasta superando, resaltó.
“Los problemas de depresión están superando a lo pronostica. De ser la segunda enfermedad discapacitante, ya aparece en primer lugar a nivel mundial. Lo grave de este problema de la depresión es que las edades en las que se está presentando este padecimiento en la actualidad oscilan entre los 17 y 26 años de edad, en gente joven”, comentó.
Agregó que, existen casos que están llamando la atención porque algunos infantes ya están experimentando problemas de depresión, situación que debe traducirse en la necesidad de encender focos de alerta.
Para poder ayudar a una persona con depresión, se debe considerar también que se trata de un asunto cultural y de salud mental en general. “Culturalmente, está mal visto decir, estoy deprimido o estoy en la depre. Si voy al psicólogo, van a decir que estoy loco, por lo tanto, se presenta un prejuicio contra el cuidado de la salud mental”.
La investigadora resaltó la importancia de acudir con los especialistas cuando se presentan problemas de depresión; y a la par, se deben cambiar los paradigmas actuales, para que se pueda brindar atención antes de que la situación empeore.
LEE