La tanatóloga María del Carmen Rocío Tello Zamorano calificó como excelente que los médicos y enfermeras que atienden a pacientes con covid-19 reciban apoyo para liberar el estrés y apuntó que también requieren ser escuchados por terapeutas y su familia.
“Escucharlos y confrontar con ellos sus propios miedos, su propio temor, a su propia mortalidad y a la posibilidad de contagio que tienen trabajando con pacientes que están pasando por un padecimiento altamente contagioso”, sostuvo.
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Esto luego de que el Hospital General Columba Rivera Osorio del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Hidalgo recibió en dos ocasiones al perro conocido como Harley “el tuerto” con el objetivo de apoyar a médicos, enfermeras y personal administrativo que atienden pacientes con covid-19, como parte del programa de ayuda humanitaria y de apoyo emocional asistido con perro.
Harley no solo visitó al personal del ISSSTE en la entidad sino que también estuvo con médicos y enfermeras de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) en el Hospital General de Tulancingo y el Hospital del Niño DIF en Pachuca.
“Me parece fabuloso, excelente, porque además es una manera de soltar el estrés, la ansiedad de por un momento poner tu atención en otro ser vivo y además empático como el perro, distrae a los médicos y enfermeras, es un bálsamo, es como tomar un respiro”, agregó Tello Zamorano, al tiempo de considerar que este tipo de apoyo debería de implementarse también en el resto del sector salud en la entidad.
Señaló que el personal de salud que atiende a pacientes con covid-19 requiere descanso, buena alimentación, hidratación y ser escuchados por los terapeutas, “escuchar sus temores y frustraciones”.
De acuerdo con el secretario de Salud de Hidalgo, Alejandro Efraín Benítez Herrera, al corte del 4 de enero Hidalgo registra mil 35 trabajadores de la salud entre médicos, enfermeras, camilleros y administrativos contagiados de covid-19, así como 35 defunciones por esta enfermedad.
“Hay que trabajar con el personal de salud, aparte de sus temores, su preocupación, su miedo, aparte de todo eso su frustración, su enojo, su tristeza, su enfado, su ira, su impotencia”, aseveró Rocío Tello.
Consideró que el personal médico no solo debe ser escuchado por los terapeutas sino también por su familia porque antes de ser doctores y enfermeras también son seres humanos con una vida personal.
Asimismo, la tanatóloga mencionó que la enfermedad del covid-19 parte de tres características importantes: que al día de hoy es desconocida al cien por ciento, que es altamente contagiosa y que en algunos pacientes es altamente letal.
“Entonces los pacientes que superan la enfermedad necesitan entrar en un periodo de rehabilitación para la recuperación de sus pulmones, para volver a moverse si estuvieron hospitalizados, necesitan mover sus articulaciones, retomar su vida con mucho esfuerzo para que puedan volver a ser independientes”, sostuvo.
Añadió que las personas que se recuperan tras enfermar de covid-19 poco a poco toman la fuerza y la coordinación adecuada, situación que enfatizó no se hace en un día ni en dos sino que se requiere de tiempo para ello, “eso es paulatino y se les sugiere paciencia”.