La pandemia por coronavirus evidenció el bajo nivel de diagnóstico, tratamiento y apego terapéutico entre las personas con diabetes, las cuales forman parte del grupo vulnerables a sufrir complicaciones o fallecer a causa de la enfermedad, reconocieron expertos.
José Gotés Palazuelos, endocrinólogo e internista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ) explicó que México hay más de 12 millones de adultos con diabetes, pero 1 de cada 2 personas desconoce que tiene la enfermedad.
Entre los pacientes diagnosticados, dijo, alrededor del 80 por ciento recibe tratamiento y de ellos solo 25 por ciento mantiene un adecuado control por lo que está en riesgo de padecer hipo e hiperglucemia, infarto cardiaco o cerebral, insuficiencia renal o hepática y neuropatía diabética, entre otras complicaciones.
Por ello, precisó, hasta un 50 por ciento de las personas con covid-19 tienen diabetes y hasta el 73 por ciento que padecen una o más comorbilidades, llega a fallecer.
En la mesa redonda celebrada por Alianza entre Boehringer Ingelheim y Eli Lilly (BI-Lilly) y moderada por Gabriela Allard, presidenta de la Asociación Mexicana de Diabetes, respondió la pregunta del por qué los pacientes con diabetes se ven más afectados con el covid.
“La diabetes sin control, o con comorbilidades, por sí sola genera un estado inflamatorio crónico ante lo cual el cuerpo responde, y ese proceso inflamatorio es uno de los mecanismos que podrían explicar el hecho de esa persona sea mas susceptible de contagiarse de covid”, explicó Gotés Palazuelos.
“Es más susceptible de adquirir neumonías bacterianas, neumonías por influenza o por otro tipo de virus respiratorios debido a esa respuesta inmune inflamatoria alterada que se produce por tener una diabetes descontrolada”, añadió.
Sin embargo, Gotés Palazuelos coincidió con Genaro Hiram Mendoza Zavala, cardiólogo clínico con especialidad en Insuficiencia Cardiaca, de que tener diabetes no debe verse como una condena de muerte tras adquirir el covid.
“La diabetes en el contexto del covid no es una sentencia de muerte, al contrario, es un recordatorio para que el paciente tenga un buen control metabólico. No todos los que tienen diabetes les va a ir mal. Yo tengo una paciente de 82 años diabética, con diálisis, qué libro el covid”, precisó Hiram Mendoza.
“Esta pandemia definitivamente nos agarró mal acomodados como país, con una carga muy importante de enfermedades mal controladas que merman la salud de los pacientes, causándoles mayores complicaciones y cuadros infecciosos que pueden resultar fatales”, abundó Hiram Mendoza.
Si bien, cada paciente debe de asumir su responsabilidad, también se deben de implementar programas dirigidos a estos sectores de riesgo para controlar su enfermedad crónica y evitar lamentables desenlaces.
La diabetes, clasificada como un “asesino silencioso” porque los síntomas se presentan tras varios años de evolución, causa también un deterioro macro y microvascular que afecta diversos órganos y tejidos del cuerpo, siendo las enfermedades cardiovasculares y renales los principales motivos de discapacidad, ausentismo laboral, muerte prematura y elevados costos económicos.
“El 15 por ciento de estos pacientes desarrollan depresión y ansiedad, y más del 50 por ciento estrés, alteraciones que pueden ser barreras para adherirse a los tratamientos terapéuticos”, abundó David Solar Cafaggi, gerente Médico de Boehringer Ingelheim México Centroamérica y El Caribe (CAmCar) en el marco del Día Mundial de la Diabetes.
Los costos de la diabetes mal controlada son altos. En 2019 México ocupó el sexto lugar del ranking de los 10 territorios con mayor gasto en este rubro, lo que significó 17 mil mdd.
Una cantidad que se eleva cuando los pacientes llegan al hospital por una emergencia médica y presentan otras afecciones como colesterol elevado, cáncer o algún trastorno neurológico, lo que dificulta su manejo.
Actualmente, precisó Gotés Palazuelos, debe de haber un cambio en el manejo de los pacientes.
“En el pasado, su abordaje se centraba únicamente en la reducción glucémica para evitar complicaciones, ahora el enfoque no solo se orienta al control del azúcar, sino también a la reducción de eventos cardiovasculares y renales, sus comorbilidades, mortalidad asociada y a la atención de los aspectos psicológicos y emocionales. Esto último es esencial porque ayuda a disminuir factores de riesgo como la depresión y a tener una buena actitud para afrontar los desafíos que conlleva la enfermedad”.
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Hoy se cuenta con antidiabéticos orales innovadores que han venido a cambiar el paradigma de atención de la diabetes en el adulto, entre estos, los inhibidores de la DPP-4 (iDPP-4) y los inhibidores de la SGLT2 (iSGLT2), dos antidiabéticos orales de prescripción médica que acompañados de un plan de alimentación y ejercicio pueden ser utilizados solos o combinados entre sí o con metformina, según las necesidades de cada paciente.
Estos medicamentos, disponibles en una sola tableta para fomentar el apego al tratamiento, han sido diseñados para personas con necesidades de salud no cubiertas; esto significa que, a pesar de estar medicados requieren de otras opciones farmacológicas para lograr sus objetivos terapéuticos.
También explicó que el iDPP-4 ofrece un buen control glucémico, pero con la particularidad de que su vía de eliminación no es principalmente renal, por lo que puede prescribirse a adultos con diabetes con hipertensión o deterioro de la función renal o hepática sin requerir ajuste de dosis, lo que evita el riesgo de hipoglucemias graves.
“Combinado con metformina o con el iSGLT2, brinda una opción terapéutica simplificada que potencia mejor el efecto de ambos que si se administraran por separado”.
Al respecto, Genaro Hiram Mendoza Zavala expuso que los inhibidores de la SGLT2 actúan promoviendo la eliminación de glucosa por la orina, y algunos de sus beneficios adicionales incluyen un mejor control de la presión arterial y menor probabilidad de hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca.
“Hasta el momento, ninguna clase terapéutica había sido capaz de proteger el corazón con un alto perfil de seguridad y eficacia en pacientes con diabetes, lo que los sitúa en una posición única ante el resto de los antidiabéticos orales”.
El Día Mundial de la Diabetes (DMD) está dedicado al personal de enfermería y educadores en la materia, quienes han sido clave en su cuidado antes y durante la crisis sanitaria por covid-19.
FS