La leche de vaca es sin duda uno de los productos alimenticios que no pueden faltar en la mesa. Pero te has preguntado ¿por qué seguimos tomando leche de vaca cuando somos adultos?
Los seres humanos somos la única especie en el mundo que sigue tomando leche después de la lactancia. La leche materna sirve para dar nutrientes y defensas a los recién nacidos, pero los niños mayores y los adultos no la necesitan.
Por otro lado, el consumo de leche de vaca "no corresponde a una necesidad natural, e incluso su consumo a cualquier edad puede ser contraproducente para la salud." según indican científicos en un artículo publicado en el British Medical Journal.
Hasta hace 7 mil 500 años los humanos eran incapaces de digerirla e incluso era una toxina para los adultos porque, a diferencia de los niños, no podían producir la enzima lactasa necesaria para descomponer la lactosa, el azúcar principal de la leche, según muestra un estudio realizado por Mark Thomas, genetista de población del University College de Londres.
El consumo fue posible hasta miles de años después, cuando una mutación genética se extendió por Europa y les dio a las personas la capacidad de producir lactasa, y beber leche, durante toda su vida. Esa adaptación abrió una nueva fuente de nutrición que podría haber sostenido a las comunidades cuando las cosechas fallaban, según indica Thomas.
Hoy en día los supuestos beneficios de tomar leche siguen siendo muy cuestionados e incluso negados por la comunidad científica.
Actualmente solo el 35 por ciento de la población puede digerirla bien después de los 8 años, para el resto de las personas es un riesgo que provoca malestar estomacal, además de incrementar el riesgo de fracturas en mujeres o incluso la muerte, indica el British Medical Journal.
¿Entonces por qué tomamos tanta?
La respuesta para Mark Thomas y su equipo de investigación corresponde más a una necesidad económica que nutricional, ya que está vinculada a la cultura de las sociedades ganaderas, donde se aprovechan todos los recursos de los animales.
Según un artículo publicado en The New York Times, durante los años 20, las granjas en Estados Unidos y Europa producían más leche de la que vendían, y para resolverlo, los gobiernos y los productores decidieron tomar como fuente un 'estudio' en el que se resaltaban las propiedades de la leche de vaca para su consumo.
A partir de entonces, se generó toda una campaña de promoción para incrementar el numero de ventas e introducir la leche de vaca en la cultura alimenticia mundial.
lnb