Los problemas de salud mental conforman la otra pandemia que está creciendo y que requiere de acciones de prevención, promoción y atención desde la política pública ante las consecuencias del covid-19, expresó Víctor Manuel Caballero Solano, director de la Facultad de Medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
Durante la mesa de análisis “Políticas públicas para reforzar las acciones contra la Covid-19”, organizada por la Upaep, el investigador destacó que, a un año del confinamiento, es urgente atender el tema de la salud mental de la población.
El confinamiento prolongado es dañino para la salud de las personas, con efectos negativos, como el cambio del estilo de vida, la fatiga pandémica y la violencia intrafamiliar, generando un problema denominado como la “cercanía ausente”.
“Las personas viven todos juntos en la misma casa, pero no se comunican adecuadamente y las situaciones de miedo, angustia y estrés que han experimentado un número significativo de familias y que ha alterado la salud mental de las personas”, apuntó el especialista.
Para el director de la Facultad de Medicina de la Upaep, es necesario generar una política pública que eduque, que restaure y repare la salud mental de la población y no basta con la programación que se tiene en estos momentos.
“Se requiere de un rediseño de lo que se está haciendo llegar a los hogares para que las personas salgan fortalecidas. Modernizar los servicios de salud mental, que hoy siguen siendo lugares en donde se confina a una persona con una enfermedad mental, no es suficiente, y tratar temas de conducta de las personas, como los trastornos alimenticios que no se están atendiendo de manera eficiente como bulimia, anorexia, obesidad y sobre peso, por mencionar algunos”, apuntó.
Resaltó que en tiempos de la covid-19, la población más afectada son los niños y jóvenes que hoy están padeciendo todas las crisis juntas provocadas por el confinamiento y que, por ahora, no tiene una fecha de término.
“Las políticas públicas deben orientarse para que niños y jóvenes que han vivido un año confinados, puedan salir adelante y mejorar su salud física y mental, al igual que el resto de sus familiares. Es importante generar políticas públicas que atiendan las principales necesidades de salud en el país en el corto, mediano y largo plazo, en donde en el corto plazo es seguir salvando vidas porque ahí no hay vuelta de hoja, con los recursos necesarios, instalaciones, medicamentos, y poder salvaguardar la vida de los mexicanos”, manifestó.
El investigador destacó que no se puede dejar de lado una tercera política pública, la tarea de adecuar leyes y establecer reglamentos, operaciones y procesos para restaurar la vida social, la vida económica y sanitaria de los mexicanos, en donde se pueda incluir la salud física y mental de las personas.
Señaló que salvar la vida de los mexicanos ante el covid-19 es una política pública prioritaria y, al mismo tiempo, se debe trabar en acciones a mediano y largo plazo, como el lograr mitigar el impacto de los efectos a la salud, a la vida social y económica,
“La actual pandemia ha desencadenado diferentes crisis, como la sanitaria en donde tenemos la salud física y la salud mental como una de las más importantes afectaciones en la población, pero también está crisis socioeconómica, que también debe ser abordada de manera integral porque ya es año de confinamiento con una afectación importante en la vida social”, expresó.
AFM