En esta época, las olas de calor son cada vez más intensas y prolongadas debido al cambio climático, lo que representa un riesgo grave para la salud, especialmente para los bebés, niños pequeños, mujeres embarazadas y personas mayores. La exposición a temperaturas extremas puede causar deshidratación, golpes de calor e incluso poner en peligro la vida.
Para enfrentar estos periodos de calor que se avecinan cada vez más, contar con un botiquín de emergencia adecuado puede marcar la diferencia. A continuación, te compartimos los elementos esenciales que recomienda Unicef para proteger a tu familia en estos escenarios.
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¿Qué se necesita tener en un botiquín para una ola de calor?
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) recomienda incluir en un botiquín:
- Sales de rehidratación oral (SRO): ayudan a reponer los electrolitos perdidos por el sudor y prevenir la deshidratación, en especial en niños y adultos mayores.
- Termómetro: para monitorear la temperatura corporal y detectar fiebre o signos de golpe de calor
- Botellas de agua potable: mantenerse hidratado es clave para evitar complicaciones de salud relacionadas con el calor..
- Toallas húmedas o paños refrescantes: para bajar la temperatura corporal al aplicarlos en la frente, cuello o muñecas.
- Ventilador o nebulizador portátil con baterías: para generar corriente de aire en lugares con poca ventilación.
- Protector solar: es importante proteger la piel ante la exposición.
- Lista de teléfonos de emergencia: contactos de profesionales de la salud y servicios de ambulancia en caso de urgencia.
Recomendaciones de la Unicef
- Mantener el hogar con ventilación, recorrer las cortinas que se tenga durante el día y abrir ventanas por la noche para refrescar tu casa.
- Usar ventiladores y sistemas de enfriamiento (si se cuenta con ellos)
- Evita la exposición al calor si es posible
- Usa protector solar y permanecer a la sombra o utilizar sombreros y sombrillas para protegerse
- Hidratarse
- Usar ropa liviana y holgada
¿Por qué surge una ola de calor?
Una ola de calor ocurre cuando la temperatura es por mucho más alta de lo normal durante varios días consecutivos, y es que, la humedad puede aumentar la sensación térmica, haciendo que el cuerpo se sobrecaliente con mayor rapidez.
Este fenómeno es cada vez más frecuente e intenso debido al cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Personas más vulnerables a una ola de calor
Algunas personas más vulnerables a estas condiciones extremas, de acuerdo con la UNICEF son:
- Bebés y niños pequeños.
- Mujeres embarazadas.
- Personas mayores.
¿Cómo actuar ante un golpe de calor?
Si una persona presenta síntomas como mareo, fatiga extrema, piel caliente y seca, respiración rápida o confusión, es fundamental actuar de inmediato:
- Trasládala a un lugar fresco y ventilado.
- Hidrátala con agua en pequeñas cantidades.
- Aplica paños fríos para reducir la temperatura.
- Consulta a un profesional de la salud.
Señales de alarma en bebés y niños pequeños por deshidratación
Los niños y bebés pueden sufrir rápidamente los efectos del calor. Algunos signos de deshidratación señalados por la Unicef incluyen:
- Irritabilidad, llanto sin razón aparente y ausencia de lágrimas.
- Ojos hundidos y boca seca.
- Sudoración excesiva o, en casos graves, ausencia de sudor.
- Orina oscura o escasa.
- Diarrea o dolor de cabeza.