La actual ola de contagios por covid-19 en Reino Unido ha registrado nuevos síntomas que afectan el oído, según advirtieron los expertos del estudio de salud ZOE. El cuadro sintomático es la pérdida de la audición, mareos y la tinnitus, un nuevo síntoma relacionado con el virus.
De acuerdo con la universidad de John Hopkins, durante los últimos 28 días, el Reino Unido ha reportado más de 185 mil contagios y 490 fallecimientos. Sin embargo, el estudio de salud de ZOE advirtió que alrededor de 2.6 millones de personas padecen covid-19 en suelo británico.
Esto quiere decir que uno de cada 25 británicos tiene covid-19 ahora mismo. Afortunadamente, la gran mayoría lo transita como un resfriado común. Sin embargo, con el paso de los meses, se detectan nuevos síntomas relacionados a la infección.
Así detectaron los nuevos síntomas de covid-19 que afectan el oído
Un estudio realizado por el Departamento de Otorrinolaringología: Cirugía de Cabeza y Cuello de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston, Massachusetts, sugieren que la infección del oído interno puede ser la base de problemas de audición y equilibrio, asociados al covid-19.
Debido a que las células ciliadas como las células de Schawann del oído interno expresan las proteínas requeridas para la infección por covid-19. Esto quiere decir que los problemas de oído pueden ser indicadores de infección, al igual que el dolor de garganta o fiebre.
“El covid-19 está afectando al 4% de la población en Reino Unido y la tendencia va en aumento. Creemos que los datos muestran que estamos en una ola de otoño”, reveló Tim Spector, miembro del King’s College London y cofundador de la app Covid ZOE.
¿Qué es el tinnitus, el nuevo síntoma asociado al covid-19?
De acuerdo con Mayo Clinic, el tinnitus es una dolencia que consiste en un sonido de timbre u otros ruidos en uno o ambos oídos, al ser un ruido que no es externo, otras personas no lo pueden escuchar. Actualmente esta patología afecta entre un 15 y 20 por ciento de la población más allá del covid-19.
El tinnitus suele manifestarse como rugidos, chasquidos, siseos o murmullos que pueden variar de tono. En algunos casos, el sonido puede ser tan alto que puede interferir en la capacidad de concentración o de oír un sonido externo. Además de estar presente todo el tiempo o de forma intermitente.