Vivimos el proceso desde que están en el vientre hasta que logramos la ansiada meta de verlos tomar las riendas, ser adultos sanos, funcionales e independientes. El punto es, sin embargo, que el crecimiento infantil es un proceso complejo que está controlado por una serie de factores biológicos, nutricionales y ambientales. Los trastornos de crecimiento, como la talla baja o el retraso en el crecimiento, pueden ser causados por una variedad de criterios médicos, incluyendo problemas hormonales, trastornos genéticos o enfermedades crónicas.
Los endocrinólogos pediatras son especialistas en el diagnóstico y tratamiento de estos trastornos o retrasos en el alcance de los hitos del desarrollo infantil, pero los padres también pueden desempeñar un papel importante en la detección temprana y el manejo de los problemas de crecimiento en sus hijos. En este artículo te contamos cómo detectar problemas de crecimiento en tus pequeños y cómo puedes ayudarles en caso de que sean candidatos para un tratamiento médico endocrino con la hormona del crecimiento en Centro Sequoia.
Paso 1: Observar
La importancia de medir y registrar la estatura y el peso de los niños
Es importante medir y registrar la estatura y el peso de los niños en una base regular para poder detectar cualquier problema de crecimiento desde temprana edad. Hay que tener en cuenta que, durante sus primeros años de vida hasta la adolescencia, los pequeños deben alcanzar ciertos hitos del desarrollo y el neurodesarrollo, por lo que, en caso de haber problemas, es menester pedir ayuda médica pertinente y a tiempo.
A medida que los niños se desarrollan es importante comparar sus medidas con las tablas de crecimiento estandarizadas para determinar si están creciendo a un ritmo normal. Si un niño está creciendo a un ritmo más lento de lo esperado, es importante investigar las posibles causas y trabajar con un endocrinólogo pediatra para establecer un plan de tratamiento con hormona de crecimiento, de acuerdo con el diagnóstico específico.
Paso 2:
Detectar problemas de crecimiento
Hay varias señales de problemas de crecimiento a las que los padres deben estar atentos, incluyendo una estatura o un peso significativamente bajo, una falta de ganancia de peso en relación con la curva de talla e IMC de la OMS, ausencia de los signos de pubertad en la edad esperada y un crecimiento desigual en diferentes partes del cuerpo. También es importante prestar atención a cualquier problema de salud crónico que pueda estar afectando al niño, como enfermedad celíaca o diabetes tipo 1. Si se sospecha de un problema de crecimiento o un retraso en el desarrollo, es importante buscar la opinión de un endocrinólogo pediatra.
Los problemas de salud crónicos pueden tener un gran impacto en el alcance de los hitos de desarrollo de los niños. Por ejemplo, la enfermedad celíaca, una enfermedad que se caracteriza por la intolerancia al gluten, puede afectar la absorción de nutrientes esenciales, lo que tiende a retrasar el crecimiento. La diabetes tipo 1 puede afectar debido a problemas con el control de la glucemia. Si un niño tiene un problema de salud crónico, es importante trabajar con un equipo de profesionales de la salud, incluyendo un endocrinólogo pediatra, para establecer un plan de tratamiento que ayude a controlar la enfermedad y asegurar que el niño esté recibiendo los nutrientes y el cuidado necesarios para una infancia sana.
Paso 3: Actuar
La importancia de una dieta saludable y equilibrada
Una dieta saludable y equilibrada es esencial para el crecimiento y desarrollo de los niños. Nuestros hijos necesitan una variedad de nutrientes, como proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales para crecer y desarrollarse adecuadamente. Los padres deben asegurarse de que sus hijos estén consumiendo una dieta que incluya una variedad de alimentos saludables, principalmente ricos en macronutrientes; pero, también otros alimentos esenciales, como frutas y verduras, proteínas magras, granos integrales y lácteos bajos en grasa. De igual forma, se debe incentivar desde temprana edad el ejercicio físico y mental que permite un desarrollo integral y que tendrá impactos positivos al llegar a su vida adulta.
Tratamientos disponibles para problemas de crecimiento
Hay varios tratamientos disponibles para problemas de crecimiento, dependiendo de la causa subyacente. Por ejemplo, si un niño tiene una enfermedad celíaca, el tratamiento consistiría en seguir una dieta libre de gluten. Si un niño tiene un trastorno de la tiroides, se le puede recetar un medicamento para regular los niveles hormonales. Los tratamientos también pueden incluir suplementos nutricionales, terapia de inyecciones con hormona de crecimiento y, en algunos casos, cirugía. Es importante trabajar con un endocrinólogo pediatra para establecer el plan de tratamiento adecuado para cada niño y tener siempre presente que la automedicación puede poner en riesgo la vida de tu pequeño. Ante cualquier duda, lo mejor es agendar una cita con el especialista. Para ello, te podemos recomendar la atención del equipo de expertos que integran el Centro Sequoia, una clínica con años de experiencia y ética profesional intachable.
Los padres ejercen un papel importante en la detección temprana y el manejo de los problemas de crecimiento en sus hijos. Medir y registrar la estatura y el peso de los niños, detectar señales de problemas de crecimiento, asegurarse de que estén recibiendo una dieta saludable y equilibrada y trabajar con un endocrinólogo pediatra si se sospecha de un problema son pasos importantes que se pueden tomar para garantizar el crecimiento y desarrollo saludable en los consentidos de la casa. Los endocrinólogos pediatras están especializados en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de crecimiento y pueden brindar orientación y recomendaciones específicas para cada niño; te recomendamos acudir siempre con los mejores para procurar la salud de tus niños.