Melisa Morales acudió a urgencias: tenía piedras en la vesícula y necesitaba una operación para sacarlas. Fue por esta razón que durante junio de 2023 ingresó al Hospital Regional 1 del IMSS en Tijuana, donde se le practicó una cirugía aparentemente exitosa.
Tras la intervención los médicos le comentaron que el absceso cerraría paulatinamente, por lo demás, todo parecía normal, como cualquier otro proceso posoperatorio. Pasados cinco meses la mujer de 43 años seguía experimentando fuertes dolores en el estómago.
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En busca de respuestas o un diagnóstico para su constante malestar, solicitó una radiografía, fue así que los médicos descubrieron una gasa: el material habría sido olvidado en su cuerpo durante la primera cirugía por lo que la ingresaron nuevamente al quirófano para extraerla, sin embargo, la mujer no logró sobrevivir a la intervención.
“Se dieron cuenta que le habían dejado una gasa, nos decían que era fácil la operación y que todo iba a salir bien, que solo era momento de retirarla, pero las cosas se complicaron”, declaró la sobrina de Melisa, quien junto con otros familiares, busca justicia ante la presunta negligencia médica.
No es la primera vez en México que se denuncia el olvido de material al interior de una persona: pinzas y hasta tijeras quirúrgicas han sido halladas dentro de la cavidad abdominal de los pacientes. Si bien no todos los casos derivaron en muerte, sí dejaron una huella profunda.
¿Qué pasa cuando un instrumento queda en tu interior?
Pese a que hay diversos reportes de este tipo de eventos (tanto en México como en otras partes del mundo), un estudio publicado en Annals of Medicine & Surgery señala que estos no son tan comunes: se estima que su incidencia es de entre 1 en 5 mil 500 y 1 en 18 mil operaciones.
Cuando algo así llega a ocurrir las consecuencias en la mayoría de los casos son graves. En una entrevista para MILENIO, Heber Cano Marín, médico cirujano egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que es lo que ocurre en el cuerpo cuando un objeto ajeno a él queda en su interior tras una operación.
Por lo general, el olvido de material se da durante procedimientos realizados en el tracto digestivo, (aunque se han documentado casos en el tracto genitourinario). Cuando esto ocurre, el tejido de la zona va creando un sistema inflamatorio, rechazando la presencia del intruso.
Es así como los microorganismos que habitan dentro del cuerpo comienzan a generar cápsulas alrededor del objeto (ya sea una gasa o una pinza) lo que puede derivar en infecciones y hasta sepsis (es decir, una reacción en cadena en todo el cuerpo).
Los síntomas principales que llega a presentar una persona ante la presencia de un objeto extraño en su interior son:
- Fiebre
- Dolor en la zona afectada
- Inflamación
- Pérdida de función de los tejidos
En noviembre de 2016 un paciente descubrió que había llevado en su interior unas pinzas quirúrgicas por dos años, mismas que tuvieron que ser extraídas, junto con una porción importante de su intestino ya inservible.
Dichas pinzas llegaron al interior de su cavidad abdominal luego de que le extirparan un riñón en el Hospital General de Zona número 24 del IMSS, ubicado en la Ciudad de México. Algunos de los síntomas que presentó durante esos años fueron fuertes dolores y estreñimiento. Además de que al final había desarrollado hernias. En el caso de Melisa, ocurrido en 2023 en Tijuana, Baja California, la presencia de una gasa le costó la vida.
¿Cómo se evita este tipo de incidentes?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene tres listas de verificación de seguridad en el quirófano que se deben vigilar antes, durante y después de la cirugía.
“Hay una donde se pide que verifiquemos el material, principalmente las gasas y las compresas. Entonces se tiene que hacer un conteo antes, durante y después de la operación, todo cuando el paciente está dentro del mismo quirófano”, explica el Dr. Heber.
Una vez que se verifica que todo está en orden, se puede cerrar y dar por concluida la operación, sin embargo, si los números no cuadran, se necesita hacer una inspección (generalmente de la cavidad abdominal) para verificar que nada se quedó dentro del paciente.
“Se tiene que hacer el conteo antes de cerrar. Si no están todas las gasas o instrumentos, tenemos la obligación de volver a buscar por todo lo que exploramos para saber dónde está (…). El cirujano, el enfermero circulante, el anestesiólogo y el o la enfermera instrumental tienen que estar al pendiente de esto”, añade el médico de la UNAM.
¿Por qué una gasa puede permanecer 'inadvertida' tanto tiempo?
Generalmente, después de una operación hay muchos factores que pueden llegar a provocar fiebre, inflamación y malestar, por lo que se pueden confundir los diagnósticos, según explica Heber.
“En nuestra mente está que la lista de identificación se llevó a cabo correctamente creo que queda como en un diagnóstico de descarte. Por eso primero descartamos otras posibles causas que nos pueden llevar a inflamación y después de que verificamos que todo es normal entonces hay que investigar si a lo mejor se dejó algún tipo de material dentro de la cavidad”, señala.
Para estos casos, a veces basta con una radiografía para verificar si algo anda mal. Cuando hay presencia de materiales metálicos (como bisturí o pinzas) en la placa se verá como una mancha blanca, por su parte, todas las gasas que se ocupan durante una cirugía cuentan con una marca de seguridad que ayuda a su localización.
“Las gasas y las compresas que se utilizan en quirófano todas tienen una marca de seguridad, tienen una línea que son radiopacas en estudios de imagen. Si nosotros olvidamos cualquier papel dentro de la cavidad es muy poco probable que podamos verlo en la radiografía, porque no tiene ninguna marca de seguridad. Cuando es una gasa o una compresa tenemos esta marca que nos permite detectarlo”, explica.
La familia de Melisa señala que el objeto habría permanecido en su interior por lo menos medio año, periodo en el que la salud de la mujer se fue deteriorando, fue luego de una radiografía que se confirmó el diagnóstico. En el caso del paciente y las pinzas quirúrgicas, una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reveló que a lo largo de dos años los especialistas omitieron diversos pasos que impidieron la detección temprana del objeto, entre ellas la solicitud de una radiografía de abdomen.
Cabe señalar que las gasas de uso quirúrgico básicamente cumplen una función: detener la hemorragia tras los cortes que se hacen durante la cirugía, mientras que las compresas, que absorben un poco más la cantidad de fluidos, se utilizan dentro del cuerpo, y a veces ayudan a separar tejidos.
LHM