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Escasez de agua potable y desaparición de playas: las consecuencias de un mundo sin glaciares

Los glaciares de distintas partes del mundo son vitales, no sólo como son la principal fuente de agua, también resguardan significados culturales.

Lizeth Hernández
Ciudad de México /

Muchos se han enfrentado al desierto helado, pero pocos han logrado adentrarse en sus secretos como lo hizo Fridtjof Nansen en sus travesías por el círculo polar ártico. Además de cruzar Groenlandia, recorrió 225 kilómetros sobre océanos de hielo fracturado, acercándose al Polo Norte como nunca nadie antes lo había hecho.

¿Cómo se describe a aquellos paisajes apenas vistos por el mundo? Nansen llegó a asegurar que ante sus ojos solo quedaron tres cosas: nieve, sol y su reflejo. Tras ocupar una cátedra de investigación en la Universidad de Oslo después de 1897, el explorador y científico publicó seis volúmenes de observaciones realizadas durante aquellas expediciones.

Deshielo en los glaciares de Alaska puede llegar un punto de NO retorno
Deshielo en los glaciares de Alaska puede llegar un punto de NO retorno

Probablemente no imaginó que 100 años después, los escenarios que vio se irían diluyendo. Mucho menos que una Conferencia sobre Cambio Climático celebrada en Oslo, Noruega en 2011 llevaría su apellido. Dicha conferencia ya alertaba sobre lo que más estudios pronostican para el futuro: la transformación de paisajes debido al derretimiento de los glaciares, cuya presencia hoy en día se utiliza como indicador de la salud del planeta. 

La importancia de estos 'centinelas' de hielo, no solo radica en la historia que resguardan, sino también dentro de los ecosistemas, de ahí que el 21 de marzo se haya declarado Día Mundial de los Glaciares

¿Puede cambiar el mundo a medida que se derriten los glaciares?

No hay certeza de cuánta agua reúnen los glaciares y las capas de hielo de la Tierra, sin embargo, el Servicio Geológico de Estados Unidos calcula que, si todos se derritieran, el nivel global del mar aumentaría cerca de 70 metros, inundando todas las ciudades costeras del planeta, lo que incluye a más de 200 municipios de México, país con 17 estados contorneados por el mar.  


El dato

¿Cuánto aumentará el mar en los próximos años?

Si la tasa de emisiones globales de dióxido de carbono continúa aumentando y alcanza un escenario de emisiones altas, los niveles del mar probablemente aumentarán entre 0.5 y 1.9 metros para el año 2100 según un equipo interdisciplinario de investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur (NTU Singapur), y la Universidad Tecnológica de Delft (TU Delft), Países Bajos.


Existen estudios que ya han explorado cómo los glaciares han desencadenado transformaciones ambientales a gran escala en el pasado. La más reciente estuvo a cargo de investigadores de la Universidad de Curtin, Australia. De acuerdo con los autores, los glaciares remodelaron la superficie terrestre y alteraron la química del océano al liberar minerales, lo que podría haber detonado condiciones óptimas para la evolución de vida compleja.

“Cuando estas gigantescas capas de hielo se derritieron, provocaron enormes inundaciones que arrastraron minerales y sus sustancias químicas, incluido el uranio, a los océanos”, dijo el profesor Kirkland en un comunicado de prensa.

La actividad glacial antigua tuvo un efecto en cadena que derivó en la remodelación del planeta, lo que podría brindar pistas sobre las consecuencias del derretimiento de los glaciares en el futuro.
“Estos antiguos cambios climáticos demuestran que los cambios ambientales, ya sean naturales o provocados por el hombre, tienen impactos profundos y duraderos”, planteó Kirkland.

Los efectos también han tenido efecto en un pasado menos remoto: diversas investigaciones han descubierto que, en diferentes lugares del mundo, el derretimiento de las enormes capas de hielo de la última era glaciar está causando un fenómeno llamado Ajuste Isostático Glacial.

El derretimiento de los glaciares andinos ha crecido en los últimos años | Reuters

Esto ocasiona que la tierra que antes estaba comprimida por el peso del hielo, se eleve lentamente, afectando la superficie terrestre y los campos gravitacionales locales. En países como Suecia y Finlandia, el terreno se está elevando hasta 1 centímetro por año, lo que ha alterado todo el territorio, las líneas costeras, e incluso ha orillado a la adaptación de algunos puertos.

Un ejemplo de ello es Vaasa, una ciudad en la costa oeste de Finlandia, que comenzó como una isla boscosa a principios del siglo XIV. Con el paso de los años el pequeño territorio siguió brotando del mar y terminó por fundirse con el continente europeo.

Vaasa prosperó como puerto y centro comercial a lo largo de los siglos XVII y XVIII, sin embargo, conforme crecía también lo hacía su elevación. Finalmente, un día, las construcciones que una vez estuvieron a orillas del mar quedaron a kilómetros de la costa.

No fue hasta 1859 que, tras un gran incendio, las autoridades decidieron volver a reconstruir la ciudad a 6 kilómetros al este, regresando a su origen costero. Vassa es hoy una ciudad al fondo de una bahía. Su primera época de gloria fue empujada por la elevación del terreno, de ella no quedan más que ruinas conocidas hoy en día como la Vieja Vaasa.

¿Para qué sirven los glaciares en el ecosistema?

Actualmente hay alrededor de 275 mil glaciares en todo el mundo, mismo que resguardan enormes cantidades de agua dulce. De acuerdo con la ONU, más de 2 mil millones de personas depende de ellos como fuente de este recurso.  

Desde el año 2000, las gruesas masas de hielo originadas por la acumulación, compactación y recristalización de la nieve que se encuentran fuera a la Antártida y Groenlandia (como por ejemplo, los Alpes) han perdido alrededor de 273 mil millones de toneladas de hielo cada año. Lo que anualmente equivale a cerca de 3.6 veces el volumen de agua del lago de Chapala, el más grande de México.

De acuerdo con la investigación Community estimate of global glacier mass changes from 2000 to 2023, este fenómeno se aceleró significativamente en los últimos años. En la segunda mitad del período investigado (2012 a 2023), fue 36% mayor que en el período de 2000 a 2011.

Cambios en la masa de los glaciares globales de 2000 a 2023 | Nature/Cambios en la masa de los glaciares globales de 2000 a 2023

El grupo de investigadores encontró que, desde el año 2000, el derretimiento de estos glaciares ha provocado un aumento del nivel del mar de 18 milímetros, lo que lo convierte en la segunda causa más importante del aumento del nivel del mar a nivel global (la primera sigue siendo el calentamiento oceánico. Este fenómeno ocurre cuando los océanos absorben gases de efecto invernadero, causando que el agua se expanda térmicamente).

Los milímetros dan la impresión de perderse a cuentagotas, sin embargo, el cambio puede llegar a tener consecuencias graves, pues aumenta el riesgo de inundaciones y compromete el suministro de agua potable de diversas comunidades (especialmente aquellas ubicadas en Sudamérica y Asia). La Paz, Bolivia; Santiago, Chile y Mendoza, Argentina, son solo algunas de las ciudades que podrían verse en problemas ya que dependen del agua de los glaciares para vivir: la utilizan tanto para beber como para el cultivo.

Los peregrinos de uno de los glaciares más sagrados de Perú se han convertido en testigos de la enfermedad que aqueja a las grandes estructuras de hielo: según un artículo de Yale Environment, desde hace alguno años, la comunidad que danza y ofrece su agradecimiento al glaciar Colquepunco optó por no bajar más hielo durante sus rituales: han notado como, con el paso de los años, la imponente estructura se ha ido reduciendo. No quieren causarle más daño. Según las investigaciones la superficie cubierta por glaciares en Perú se redujo en casi un tercio entre 2000 y 2016.

Paradójicamente, muchas de las regiones aledañas a glaciares en el mundo aún no perciben el daño. En la mayoría de los casos, ni siquiera se sospecha una futura escasez de agua, pues han aumentado los volúmenes provenientes del deshielo de los glaciares. Sin embargo, estos caudales alcanzarán su punto máximo en el futuro y luego disminuirán de forma constante.

“En los Alpes europeos, ya hemos superado este caudal máximo. Por lo tanto, nuestros glaciares abastecerán los ríos con cada vez menos agua”, afirmó Tobias Bolch, uno de los autores del artículo.

Con el derretimiento de los glaciares, muchas especies y habitats se verían afectados | Reuters


Nuevos retos y nuevos ecosistemas

El movimiento polar es el cambio en la posición del eje de rotación de la Tierra en relación con su superficie (la corteza terrestre). Esto significa que el punto donde el planeta gira no es completamente fijo, sino que se desplaza ligeramente con el tiempo debido a diferentes factores, uno de ellos se relaciona con el derretimiento de las capas de hielo, ya que esta condición redistribuye grandes cantidades de agua en los océanos.

Desde 1900, el movimiento polar inducido por el clima se ha acelerado debido a la redistribución de estas masas de agua.

Tomando en cuenta los datos, y según una investigación reciente publicada en la revista Geophysical Research Letters, para el año 2100, bajo un escenario climático pesimista (es decir, con altas emisiones de gases de efecto invernadero), el eje de rotación de la Tierra podría desplazarse hasta 27 metros desde su posición en 1900.

El principal culpable de este desplazamiento es el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia, seguido por la Antártida, los glaciares globales y las variaciones en el agua terrestre.

El efecto tendrá una gran repercusión en la precisión de tecnologías espaciales como satélites, GPS y sistemas de navegación que dependen de modelos precisos de la rotación. Un cambio en el eje afecta su exactitud, lo que probablemente complique actividades relacionadas con la telecomunicación o posicionamiento.

Sin embargo, es probable que la alteración en estos dispositivos sea la menor de las preocupaciones en el futuro: los estudios señalan que la creciente disminución de los glaciares asociada a la actividad humana desencadenará nuevos ecosistemas postglaciares.

Un artículo publicado en Nature en 2023 sugirió que, para el año 2100, el derretimiento de los glaciares fuera de las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia podría dar lugar a nuevos ecosistemas terrestres, marinos y de agua dulce, abarcando una extensión comparable al tamaño de países como Nepal o Finlandia.

En las áreas donde los glaciares se han derretido, surgirían nuevos ecosistemas con condiciones muy variadas. Algunas con características extremas, lo que las convertirá en refugios para especies que están adaptadas al frío, mientras que otras tendrían condiciones más suaves, favoreciendo el crecimiento de plantas y el incremento de especies generalistas (es decir, aquellas que se adaptan fácilmente a distintos entornos).

Cordillera Blanca de Perú | Reuters

El cambio también iría de la mano de escasez de agua dulce en distintas regiones del planeta, pérdida de biodiversidad y la desaparición de paisajes conocidos.

Los científicos aún se encuentran desarrollando modelos que permitan conocer a mayor profundidad los posibles escenarios. Actualmente la reducción de los glaciares varía según los escenarios climáticos, en un caso moderado, la pérdida podría ser del 22%. En un escenario más extremo, la pérdida podría alcanzar el 51%.

Pese a su importancia, al día de hoy, menos de la mitad de estas áreas con glaciares están protegidas por la ley, lo que las hace más vulnerables a la actividad humana.

En tanto, el impacto sigue creciendo: un estudio financiado por la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China detectó que el cambio climático ya está afectando al Océano Antártico, encargado de absorber grandes cantidades de carbono y mercurio de la atmósfera.

Los investigadores encontraron que el carbono se ha almacenado de manera constante durante los últimos 12 mil años en el océano. Sin embargo, con el calentamiento, se degrada más fácilmente, convirtiéndose en dióxido de carbono.

Además, el almacenamiento de mercurio en los sedimentos del fondo marino ha aumentado significativamente. Cerca de la costa, las concentraciones se triplican, mientras que en áreas más alejadas del mar aumentan hasta ocho veces.

Cuando el carbono orgánico se descompone más rápido, libera más dióxido de carbono, lo que acelera el calentamiento global. Por otro lado, el aumento de mercurio en los océanos podría afectar a los organismos marinos y, en consecuencia, a las cadenas alimenticias que dependen de ellos.

LHM 


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