Ante una relajación en el uso de cubreboca y de medidas sanitarias como lavarse las manos, así como lo cambios bruscos de temperatura, en el resto del año se espera un repunte de casos de enfermedades respiratorias, entre ellos, la covid-19.
En el punto anterior coincidieron las investigadoras en medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Rocío Baños Lara y Sandra Silvia Solís Solano, especialista de la Maestría en Salud Pública, para quienes la relajación de medidas sanitarias impactará en el repunte de diferentes enfermedades.
Baños Lara destacó que en los casi tres años de pandemia de la covid-19, la población aprendió sobre el comportamiento de los virus; sin embargo, se presenta, en la actualidad, una relajación de medidas sanitarias.
Señaló que, el cubrebocas aunado a la distancia física y al lavado de manos, constituyen los más eficientes métodos de barrera contra las infecciones respiratorias de naturaleza viral o bacteriana.
Para la investigadora, todavía no es momento de bajar la guardia y de dejar atrás el cubrebocas ni la sana distancia porque la humanidad mantiene la lucha contra la covid-19 y sigue siendo importante la aplicación de las vacunas.
“Es importante que las personas sigan con protocolos de salud y refuercen estos cuidados en este periodo. Las medidas de protección son importantes y se deben maximizar y reducir las probabilidades de contagiarse del SARS-CoV-2”, añadió.
Sandra Silvia Solís Solano destacó que el uso del cubrebocas es una barrera física para reducir la posibilidad de infección con el SARS-CoV-2, así como de otros virus, aunque fue una situación controversial desde el principio de la pandemia.
“Hoy se sabe que los cubrebocas pueden proteger de la infección con SARS-CoV-2, incluso en casos de contacto cercano con portadores de virus hasta por tres horas de exposición, por lo tanto, su uso es altamente recomendable”, explicó.
Ambas investigadoras coincidieron en que la vacuna ha sido la principal medida para reducir la mortalidad por COVID-19 tanto global como nacionalmente, de 10 por ciento en 2020 al uno por ciento en 2022; además, algunas investigaciones apuntan a que la vacunación reduce la transmisión del SARS-CoV-2 y el riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte.
AFM