El gobierno federal propuso un presupuesto de 128 mil 589.3 millones de pesos para la Secretaría de Salud que representa un incremento de 8.1 por ciento en comparación con el monto aprobado por la Cámara de Diputados para 2019.
De la partida total, 72 mil 538.3 millones de pesos, equivalentes al 56.4 por ciento del dinero que recibiría la Secretaría, serán para subsidiar el Seguro Popular que actualmente brinda atención médica a más de 57 millones de mexicanos que carecen de cobertura médica.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado en diversas ocasiones que este programa “no es seguro ni popular” por lo que planteó desde enero pasado su probable desaparición con el fin de entregar más recursos de manera directa al sector salud.
A pesar de lo anterior, el programa creado durante el sexenio de Vicente Fox no desapareció y sí presentó un incremento de mil 322.9 millones de pesos en su presupuesto para 2020 con respecto al aprobado para 2019.
Para el ejercicio fiscal 2020 se busca la desincorporación de programas como Prospera, que es sustituido por el Programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral con el cual el gobierno federal pretende consolidar y reforzar la asignación del gasto público con criterios de eficiencia, eficacia y austeridad, de conformidad con la actual evolución de las finanzas públicas, fortaleciendo la transparencia y la rendición de cuentas, sobre el uso de los recursos públicos.
El proyecto de presupuesto para el VIH
Para atender la demanda de atención médica de VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, se propuso que la Ssa tenga 435.7 millones de pesos.
De acuerdo con la exposición de motivos, la evidencia señala que el tratamiento antirretroviral mantiene bajo control la infección por VIH, lo cual se traduce en una mayor esperanza y calidad de vida para quienes tienen este padecimiento, así como en la reducción de la probabilidad de transmisión del VIH; por ello, se estima otorgar tratamiento a 109 mil 200 personas en 2020.
En otro sentido, se prevé realizar 36 mil 50 eventos educativos para promocionar la alimentación correcta y el consumo de agua, la actividad física, la lactancia materna y el rescate de la cultura alimentaria tradicional, con el fin de reducir la obesidad y sobre peso en la población infantil del país.
También se tiene programado alcanzar el 90 por ciento en la detección de obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial y dislipidemias, en la población de 20 años y más por lo que se efectuará la medición anual con hemoglobina glucosilada a 392,742 pacientes en tratamiento.
En lo que refiere a los presupuestos del IMSS y el Issste, la propuesta presentada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se muestra un incremento porcentual de 10.5 y 8.1 por ciento respectivamente.
Para la primera, el IMSS solicitó una partida de 825 mil 62.8 millones de pesos, lo que en términos reales significa un aumento de 78 mil 323.9 millones respecto a 2018. Cabe señalar que el pago de pensiones representa 68.6 por ciento del monto total solicitado por Hacienda para este Instituto.
Entre los aspectos que muestran la difícil situación financiera del IMSS está que la prestación de servicios para la Atención a la Salud tendrá 237 mil 562 millones de pesos para su operación y que representa solo 50 por ciento del presupuesto para el pago de pensiones y jubilaciones.
Por otra parte, el ISSSTE tiene un presupuesto de 349 mil 442 millones de pesos, de los cuales 70 por ciento son únicamente para el pago de pensiones y jubilaciones; mientras que solo se destinarán 27 mil 263 millones para la atención a la salud.
Para atender la compra de medicamentos, el Instituto tendrá una partida de 18 mil 527 millones de pesos, 3 mil millones más que en el presupuesto aprobado para 2019.
bgpa