En el Hospital Juárez de México, el oncólogo Armando Ramírez Ramírez se encontraba en el quirófano, "cortando venas y arterías" para retirar útero, parte de la vagina, ovarios y ganglios afectadas por el cáncer, cuando sonó la alerta sísmica y se sintió ese jaloneo telúrico.
"Te invade el miedo, obviamente, pero debes controlarte porque cualquier un error puede causar una hemorragia en la paciente", relató Ramírez Ramírez, jefe de Oncología del Hospital Juárez de México en entrevista con MILENIO.
“¡Está sonando la alerta sísmica!”, le comentó una de las ocho personas que se encontraban en el quirófano. “¿Cómo crees? Estamos en plena emergencia y ahora nos tiembla”, respondió el cirujano tras recordar que este martes, en plena pandemia, activó todos los protocolos de alerta, el de evitar contagio por covid y el de continuar.
“¡Señor, señor!, ¡Ya está temblando!”, le comentaban, una y otra vez. “Señores a seguirle: a operar, a operar y a operar” porque de esta sala “nadie puede salir huyendo” y de las decisiones depende la vida de la paciente.
“La paciente se operó porque corría más el riesgo de fallecer por el cáncer que por covid. Se trató de una cirugía de alto riesgo, que nos demoró cuatro horas, una hora antes del sismo y tres después de que se generaron los primeros reportes y las subsecuentes réplicas.
“Todos se van cuando suena la alerta sísmica. Nosotros nos quedamos. Seguimos, por supuesto, todos estábamos temblando, porque es natural, pero como capitán del barco mi obligación era tranquilizarlos. Cuenten uno, dos, tres…Ya pasó.
“Hubo quienes se marearon, pero en cinco y 10 segundos ya estaban, de nuevo, concentrados”, comentó. Una vez que salieron del quirófano se enteraron de la magnitud, algunos, llegaron a pensar que se iba a repetir el sismo de 2017.
"Por seguridad, no podemos evacuar el área"
En terapia intensiva, Luis Antonio Gorordo Delsol se encontraba a cargo de 25 pacientes graves con covid cuando sonó la alerta y tembló.
En el Hospital Juárez de México, comentó, 40 personas, entre enfermeras, camilleros, afanadores, ingenieros en biomédica, residentes, aplicaron el protocolo.
"Nosotros no podemos evacuar el área por seguridad de los pacientes. Tenemos el equipo de protección puesto.
"La única opción es replegamos en los muros previamente señalados con un triángulo verde por parte de protección civil, cerca de puertas o de paredes. Además, terapia intensiva se encuentra en el primer piso y el tiempo de alerta tampoco nos daría tiempo de recorrer todos los pasillos, por eso nos replegamos, seguimos observando a los pacientes y estando cerca de ellos, a unos metros de distancia.
"Cuando terminó el sismo, por supuesto, entró protección civil, como parte de los protocolos de hospital seguro. Se evaluaron los riesgos y las alternativas. En esta ocasión el riesgo no era alto, no fue necesario movilizar a los pacientes ni pedir apoyo, por lo que continuamos otorgando el servicio".
Los pacientes intubados están sedados profundamente pero había cuatro que estaban conscientes, platicando. "Estábamos ahí y eso les dio seguridad. No se sienten abandonados".
Gorordo Delsol refirió a MILENIO que otro aspecto importante es que el Hospital Juárez de México que ya tiene un historial con los sismos, cuenta con un equipo de emergencias y desastres.
Por ello, comentó, durante el movimiento sísmico ningún equipo de ventilación y que suministra dosis esenciales se desplazó ni se alteró.
Tampoco las pantallas de monitoreo se apagaron. Hay bombas inteligentes que están programadas para suspender, sin poner el riesgo del paciente, y continuar dando el tratamiento porque suspenderlo no es opción. Suele sonar y mandar señales a los médicos.
"No pasó nada con nuestros pacientes. Pero el hecho de tener un hospital seguro nos permite asegurar que si alguno fallece, desafortunadamente, es por las complicaciones de la enfermedad y no porque el equipo de ventilación movió. Todo está prácticamente empotrado hasta para resbalones del personal accidentales".
El especialista reconoció que escuchar la alerta sísmica genera miedo a todas las personas, pero en su equipo, los pacientes están antes que nada. “Yo, en ese momento me dije, ahora un sismo, el hospital puede verse saturado. Y estaba planeando hacia qué área moverme. Esto, afortunadamente, no fue necesario.
“Y claro, se te vienen imágenes de 2017. Hay personal que quedó muy afectada por aquella ocasión, pero nosotros tenemos una responsabilidad. No podemos fallar aunque luego se nos vienen imágenes de lo que pudo haber pasado”, dijo.
bgpa