‘Smartphones’ trastornan química de las lágrimas

Exponerse a la luz de estos aparatos reduce mucosidades y grasas de la secreción; lo recomendable es descansar un minuto por cada hora de ciberconsulta.

Ojo seco, primera consecuencia del uso prolongado de esta tecnología. (Moisés Butze)
Adyr Corral
México y Puerto Vallarta /

El uso excesivo de dispositivos móviles ocasiona cambios en la estructura química de las lágrimas de los usuarios al propiciar que enfermen de ojo seco con lo que pierden componentes como las mucosidades que logran su adherencia, grasas que evitan la evaporación, además de lisozimas que previenen infecciones e inmunoglobinas que funcionan como anticuerpos, aseguró Valeria Sánchez Huerta, médico cirujano oftalmólogo, durante el congreso Optha Summit, organizado por Alcon —empresa internacional dedicada al cuidado de la visión—, que reunió a cientos de médicos para discutir las últimas tendencias en tratamientos.

Sánchez Huerta , quien tiene una alta especialidad en córnea y refractiva, explicó en entrevista para MILENIO que el uso indiscriminado de dispositivos móviles, como celulares y tablets, entre otros, acarrea un “círculo vicioso (...) Luego de que se produce el ojo seco, la inflamación, trae cambios a nivel ocular; al estar sufriendo el ojo, el cuerpo empieza a producir sustancias para proteger, pero, paradójicamente, estas hacen que tengas más ojo seco”.

Explicó el proceso que causa dicho problema ocular: “Estás en el celular, primero parpadeas menos, la luz de la pantalla reseca más al ojo por lo que empieza a haber inflamación; el cuerpo dice ‘estoy inflamado’, tengo poca lágrima, entonces empieza a producir antiinflamatorios (...) Es cuando viene el cambio en la estructura de la lágrima, entonces empieza a producir más grasa”.

Detalló que lo que se inflama es “toda la superficie, la córnea y la conjuntiva, que es la parte anatómica que tiene que estar completamente lubricada para proteger el tejido”.

Respecto al efecto que tiene la presencia excesiva de grasa en la lágrima, afirmó que “la hace de mala calidad porque pierde muchos lípidos y si la persona sigue en el teléfono empieza a generarse inflamación, por eso tenemos ojo seco. Incluso puede afectar la productividad del paciente”.

RECOMENDACIÓN

La especialista dijo que para contrarrestar el problema se debe tratar de usar en menor cantidad los dispositivos móviles o hacerlo de manera más responsable y bajando el brillo de las pantallas. También señaló que por cada hora de uso de esta tecnología debe tomarse un minuto de descanso, lo que disminuye el ojo seco hasta en 80 por ciento.

Sánchez Huerta también exhortó a los pacientes para que no caigan en el error de la automedicación, ya sea por ojo seco o por cualquier otro padecimiento oftálmico: “Vivimos en un país donde se ponen miel con limón para lubricar el ojo, por ejemplo; al consultorio nos llegan pacientes que dicen ‘mira mi comadre me prepara ésta miel de abeja natural con limón’ y se lo ponen en los ojos para combatir la resequedad”.

La experta advierte que este tipo de prácticas son dañinas para la salud porque el limón tiene ácido y la miel tiene azúcar que predispone el ojo a infecciones.

“Los paciente también usan manzanilla, la hierven y se la ponen. Incluso hay gotas. Para un día, cuando sientes incómodos los ojos, está bien, pero para usarlo de diario no es recomendable ya que la manzanilla es astringente, reseca más el ojo”, concluyó.

NUEVO TRATAMIENTO PARA GLAUCOMA

Un nuevo dispositivo médico permite el tratamiento de glaucoma crónico a partir del drenaje acuoso del ojo por medio de una intervención mínimamente invasiva.

A diferencia de las cirugías convencionales, como la trabeculectomía que requiere de un corte de 9 a 11 milímetros y que causa inflamación, más tiempo de recuperación y riesgo de infección, el Cypass Micro-Stent solo requiere de un corte de 1.8 milímetros.

Presentado por Alcon en el marco del XI Curso Internacional de Glaucoma, organizado por el Colegio Mexicano de Glaucoma en Puerto Vallarta, Jalisco, está hecho de un material biocompatible llamado polimida, que se coloca en el espacio supraciliar, una zona ubicada detrás de la córnea.

Permite estabilizar la presión del ojo, reduciendo significativamente la dependencia del paciente a medicamentos tópicos, como gotas, los que puede llegar a gastar hasta 60 por ciento de sus ingresos totales en un mes, de acuerdo con el cirujano Mauricio Turati.

Otra de las diferencias ante los tratamientos quirúrgicos, es que se implanta por medio de una cirugía ambulatoria, por lo que el paciente puede ser dado de alta el mismo día de su colocación.

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