Estudiantes de psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM crearon un cuento para ayudar a niños y niñas que, por causas asociadas al covid-19, perdieron a su madre, padre o, en el peor de los casos, a ambos. El objetivo de este material didáctico es apoyar a docentes y cuidadores en el acompañamiento de los menores en esta situación para que identifiquen sus emociones y encuentren estrategias que aligeren el trauma.
En entrevista con MILENIO, la doctora Carolina Santillán, encargada de la estrategia de crisis, emergencias y atención al suicidio, dijo que con el próximo regreso a clases, los docentes se enfrentarán a la problemática que niños y niñas han sufrido debido a la pandemia, como el estrés, la ansiedad, la depresión y el duelo de pérdida. Así pues, sus alumnos crearon "Noyollo", y otros tres materiales para brindar herramientas efectivas que permitan su desarrollo pleno.
La especialista remarcó que atender las necesidades socioemocionales de los menores permite que puedan organizarse, estar más disponibles para aprender, recordar mejor y tener un ambiente en el aula mucho más propicio.
“Es bien importante poner en palabras la explicación sobre qué es la muerte, y los pensamientos que surgen en los niños y las niñas”, apuntó.
Santillán puntualizó que con un apoyo como este se hacen cambios muy importantes, de modo que, una situación tan difícil como la pérdida, el duelo y la orfandad, no sea el evento traumático que defina la vida de un menor. Por lo que invitó a los Consejos Técnicos de las escuelas a consultar e implementar en las aulas, desde primero a sexto año de primaria, el material que se encuentra disponible en YouTube y en formato PDF a través de la página de Facebook “CREAS Iztacala”.
Destacó que las emociones que pasan los niños cuando pierde a un ser querido, de pronto son desproporcionadas y los orillan a pensar que no podrán salir adelante; sin embargo, con la atención adecuada, los pequeños en situación de orfandad podrían convertir este evento en un impulso para fortalecerse y mejorar otras aptitudes para la vida cotidiana.
“Estamos intentando hacer un poco de prevención porque esos niños y esas niñas, en un futuro van a estar intentando tener un lugar en la universidad, tener un empleo y van a estar enfrentándose a los retos de la adolescencia”, explicó.
dmr