Combatir la venta de agua a través de pozos irregulares es una de las claves que Sapal ha trazado para asegurar este vital líquido, pues se ha detectado que hay quienes hacen uso de los pozos destinados al sector agroalimentario, para extraer agua que posteriormente venden a la industria a través de pipas, con precios por debajo del costo real.
”El sector agroalimentario extrae del 60 al 62 por ciento del agua que está en el acuífero, sin embargo, estos títulos de concesión se extendieron hace muchos años y hoy estos pozos están en la mancha urbana, ya no tienen vocación agrícola pero siguen extrayendo mucha agua, y esto de alguna forma nos está afectando porque es una competencia ilegal que tenemos y que surte a la industria, surte a particulares y más ”explicó Jorge Ramírez, presidente del consejo directivo de Sapal.
La ciudad cuenta con mil 450 pozos de los cuales el organismo controla 144 es decir menos del 10 por ciento de los cuales se obtiene el 32 por ciento del agua extraída para consumo humano, de ahí la importancia de frenar este mercado. Cuantificar en términos económicos las pérdidas resulta complicado para Sapal, ya que estos pozos son regulados por Conagua.
“Nosotros no controlamos los volúmenes, Conagua es el que controla los permisos, los volúmenes, etc. Lo que sí podemos decir es qué hay muchísimas pipas que están tirando el agua y que es agua valiosa que ocupamos los leoneses (…) lo que estamos buscando es que se regularice, que Conagua haga un levantamiento, revise los tipos de concesión y los ordené porque se van a dar cuenta de que lo estos títulos de concesión que antes eran agrícolas, ya no lo son “ agregó.
Al día de hoy Sapal tiene un 72 por ciento de eficiencia física, pero seguirá invirtiendo en infraestructura tecnológica para a través de la inteligencia artificial llegar a un 80 por ciento , también prevén ahorrar un 30 por ciento de agua eliminando las tomas irregulares que subsisten.