Al condenar a colegios o directivos que proponen iniciar clases de forma rebelde o en contra de la autorización estatal, el Instituto Brillamont se reportó listo desde el 1 de septiembre del 2020 para el regreso a clases presenciales o híbridas con protocolos contra la pandemia, coordinado con las secretarías de Educación y de Salud en el estado.
Américo Ferrara Olvera, propietario y director del colegio ubicado en San Pedro Garza García, dijo entender que no todos los colegios están en las mismas condiciones.
“Olvidando que haya pandemia, hay escuelas que no están al mismo nivel que las que tienen un buen mantenimiento, es como decir: ‘No podemos empezar clases hasta que todos tengan el mismo nivel de calidad de ventanas’, pues es injusto, porque nunca vamos a poder lograr que todas las escuelas vayan a ser exactamente igual y que tengan la misma calidad de mantenimiento.
“Los colegios que estamos listos para reiniciar, reiniciemos. Lo que me parece absurdo es que hay conciertos, antros, discotecas y bares violando horarios y protocolos, pero los que sí estamos listos y tengamos todos los protocolos, no lo hagamos”, señaló.
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Ferrara Olvera reportó que están listos desde el 1 de septiembre del año pasado para regresar de manera híbrida o presencial.
“Estamos listos desde el 1 de septiembre del 2020 desde que la Secretaría de Educación y Salud nos exigió tener las instalaciones listas. Desde hace un año nos exigió invertir, pues invertimos, y no nos han dejado empezar. Estamos listos cuando ellos nos digan”.
El directivo del Instituto Brillamont, con 41 años de fundación, indicó que los protocolos sirven para cuando haya alguien infectado dentro de un salón, por lo que se cancelaría el aula dependiendo el protocolo de cada colegio y el protocolo de suspensión de clases.
“De ninguna manera estamos de acuerdo con aquellos colegios o directores que estén proponiendo iniciar clases de forma rebelde o en contra de la autorización de nuestras autoridades, estamos de acuerdo en luchar porque sí regresemos a clases, pero coordinados y con autorización de nuestras autoridades”, señaló Ferrara Olvera.
Así como el Instituto Brillamont se reportó listo para regresar a las clases presenciales en agosto, el Hanneman School volvió a las aulas en mayo con un protocolo estricto, capacitación a maestros y personal administrativo, corresponsabilidad de los padres de familia y concientización a los niños.
Para Martha Laura Carrillo, directora del instituto con sede en Apodaca, lograr el regreso a clases presenciales significó un trabajo de muchos meses para implementar un protocolo especializado de convivencia de escolares sin riesgo de contagios.
Para entrar, los alumnos deben pasar cuatro filtros: el primero en casa, donde sus papás supervisan que estén en condiciones adecuadas de salud; el segundo, antes de bajar de su vehículo, donde una maestra mide su temperatura. El tercero en la entrada a la escuela, donde se les sanitiza el calzado, la mochila, la ropa; y el cuarto en el salón.
“Esto no fue de la noche a la mañana, fue un estira y afloja, qué funciona, qué no, hasta que establecimos un protocolo adecuado para todos”.
La directora explica que las áreas comunes, como el comedor y la zona de juegos, están cerradas; el aula tiene un aforo de 20 por ciento, es decir, cinco o seis niños, cada uno en un espacio delimitado y marcado, para que ahí permanezca y tenga sus cosas durante la clase.
Uno de los factores determinantes para obtener la autorización para clases presenciales es que el colegio tiene suficientes áreas abiertas, como lo es un patio de juegos y dos canchas.
“Los colegios que estamos listos para reiniciar, reiniciemos. Lo que me parece absurdo es que hay conciertos, antros, discotecas y bares violando horarios y protocolos, pero los que sí estamos listos y tengamos todos los protocolos no lo hagamos”