En México no hay un censo nacional de pacientes con cáncer, el sistema de salud está fragmentado y cada institución ve por sí misma y no hay transparencia en las compras, una combinación en la que puede estar el motivo del desabasto de medicamentos contra el cáncer por el que hoy reclaman los padres de niños con este padecimiento.
Organizaciones ciudadanas y padres de menores con cáncer afirman que es imposible conocer el tamaño real del problema del desabasto debido a que el gobierno federal ni siquiera conoce la dimensión de la demanda.
“Hoy México compra medicamentos a ciegas porque no tenemos un censo de pacientes con cáncer en el país, el gobierno no sabe cuánta gente tiene con cáncer; es patético…”, dice Alejandro Barbosa, director de la organización Nariz Roja, que respalda a los padres inconformes.
“Imagínate, es como si eres papá y no sabes cuántos hijos tienes, cuánta comida vas a comprar cuando vas al súper y para qué edades (o tipo de cáncer, en este caso)”, ejemplifica Israel Rivas, uno de los padres que encabeza las protestas contra el desabasto.
“Es muy complejo porque como es por subsistema, no hay una sola base de datos; se creó y está buscándose el Registro Nacional de Cáncer, que está en proceso pero está frenado”, coincide Andrés Castañeda, coordinador del colectivo Cero Desabasto.
En efecto, el 5 de noviembre de 2020, Zoé Robledo informó, en comparecencia ante el Senado, que el IMSS estaba trabajando en un registro de niñas y niños con cáncer y de una coordinación de medicamentos oncológicos pediátricos, pues no existían.
Para Irene Tello, directora de la organización Impunidad Cero, antes no era tan necesario un padrón a nivel nacional porque cada hospital tenía bien identificado lo que necesitaba para atender a sus pacientes con cáncer y con base en ello hacía sus pedidos de medicamentos.
“El problema es que el gobierno federal dejó de comprar bien y tiene una pelea con las principales productoras de medicamentos oncológicos del país; tomaron muy malas decisiones respecto a la compra de insumos para el tratamiento con cáncer”, afirma.
Por otra parte, agrega el director de Nariz Roja, el gobierno compra medicamentos de manera aislada, lo cual resulta casi inservible cuando, para atender el cáncer, según el que se trate, se requieren mezclas de los diferentes medicamentos.
Cada institución por su lado
Andrés Castañeda, coordinador del colectivo Cero Desabasto, explica que no existe una cifra global de las necesidades de medicamentos en el país porque cada institución hospitalaria hace sus propios pedidos.
“Lo que pasa es que el sistema de salud mexicano está fragmentado: está el IMSS, el ISSSTE, el Insabi, el ISSTECH, el ISSSTEP, el ISSEMYM, cada estado tiene sus dependencias que llevan sus diferentes controles. Eso hace muy difícil poder tener con certeza cuántos niños exactamente viven con cáncer en el país”, dice.
Así se pueden explicar los escasos registros que hay en la plataforma CompraNet, en la que durante 2021 se han inscrito apenas cinco contratos, cuatro aún vigentes, que se firmaron fuera del acuerdo de compras consolidadas con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), para la adquisición de poco más de 5 mil frascos de tres medicamentos: vincristina, ciclofosfamida y metotrexate, que a todas luces parecen insuficientes.
Para vincristina, hay un contrato por 480 frascos que el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMSZ) compró a Novag Infancia, en mayo, por 48 mil pesos.
Para ciclofosfamida, hay dos contratos firmados entre Novag Infancia y el Instituto Nacional de Pediatría, por 1 millón 162 mil 952 pesos para adquirir 3 mil 689 frascos, a 315.24 pesos cada uno, y el Hospital Infantil de México, por 274 mil 435 pesos, para 960 frascos, a 285.86 pesos cada uno, respectivamente.
Mientras que de metotrexate hay sólo un contrato, por solo 200 frascos, por 57 mil pesos, a 285 pesos cada uno, firmado entre el INCMSZ y Grupo Unimedical Soluciones.
“Lo que te puedo decir es que 200 frascos de metotrexate para un hospital es más o menos, si bien les va para una semana”, opina Alejandro Barbosa, de Nariz Roja.
Andrés Castañeda, de Cero Desabasto, agrega que otro problema es que el gobierno ha comprado “de emergencia”, lo cual no resuelve la escasez.
“Aunque el gobierno diga ‘ya está, ya entregamos al hospital cinco cajitas’, eso alcanza para hoy ¿y para mañana qué va a pasar?”, explica.
Opacidad en el desabasto
La opacidad en las compras consolidadas con la ONU, añade incertidumbre en la manera en que se atiende la demanda.
“Como la UNOPS no es un sujeto obligado, puede no publicar. Sólo dice a quién le compró y cuál fue el monto, no dice qué clave compró, cuántas unidades, cuáles son las condiciones de la compra, toda esa información que es importante para garantizar transparencia no la tenemos”, añade Castañeda.
“A la fecha, la UNOPS sólo ha transparentado un PDF en el que solo podemos ver que se asignó un contrato (no relacionado con cáncer), a una empresa por un monto determinado y ya, y antes en la base de datos del IMSS podíamos analizar todo lo que se había comprado, el número de claves compradas, a qué entidad del IMSS iba, de qué patente era, cantidad que habían comprado, a quién…Es un gran retroceso respecto de lo que ya teníamos”, asegura Irene Tello, de Impunidad Cero.