Los usuarios de transporte público en Nuevo León tienen que elegir entre llegar a tiempo a sus destinos o llegar sanos pues con la insuficiencia de unidades, guardar distancia y cuidarse de un contagio de covid-19 es casi imposible.
Durante las horas pico, La Alameda Mariano Escobedo es un referente de las aglomeraciones que se viven a diario. Es en este lugar donde miles de pasajeros transbordan para llegar a sus trabajos u hogares.
Mientras esperan el camión algunos procuran mantenerse separados pero sin salirse de los parabuses a donde llegan sus rutas, algunas como la 214 designan personal para que aplique gel antibacterial a los pasajeros.
El riesgo para los usuarios es al interior de las unidades, ya que no hay clausura de asientos y ante la alta demanda es imposible mantener la distancia.
Aunado a ello existen personas que no utilizan cubrebocas mientras están a la espera o la mayoría que lo hace mal.
Pese a estas evidencias las autoridades insisten en que el riesgo de contagios de coronavirus en el transporte público es bajo.