Este miércoles la Universidad de Stanford en California comenzó a hacer pruebas de la vacuna de Pfizer en niños y bebés. Varios voluntarios, y sus padres, se presentaron para formar parte del estudio clínico.
El Centro de Salud de Stanford es el único lugar de la costa oeste que está probando la vacuna de Pfizer en niños menores de 5 y el objetivo del estudio es identificar cuál es la mayor dosis que se puede aplicar en ciertos grupos de edad sin tener efectos secundarios.
La vacunación en adultos sigue avanzando en Estados Unidos. Cerca de 75 millones de personas han sido completamente inoculadas a lo largo del país. Sin embargo, los niños siguen vulnerables.
Esta falta de vacunas para los más pequeños afecta a la población en general porque un cuarto de los habitantes son menores de 18 y sin vacunarlos no se alcanzará la inmunidad de rebaño, dijeron expertos.
“Queremos asegurarnos de que los niños tengan acceso a las vacunas, no solo por ellos, sino por la comunidad.” dijo la Dra. Yvonne Maldonado, la profesora de pediatría y enfermedades infecciosas de Stanford que está liderando el estudio.
Si las pruebas clínicas resultan exitosas y la vacuna se autoriza “los niños contribuirán al ‘campo de fuerza’ de la comunidad en contra del covid”, dijo el Dr. Peter Chin-Hong, un profesor de medicina y especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco que no está participando en la . “Necesitamos que toda la población sea inmunizada.”
Chin-Hong, un padre de dos, dijo que hay otra preocupación: la vulnerabilidad de los niños a las nuevas variantes.
“El covid es un virus que cambia de forma y puede que haya una variante en el futuro que podría afectar a individuos más jóvenes”, dijo. En Michigan, explicó, el aumento de la variante británica coincidió con el incremento de casos de adultos jóvenes que practican deportes.
Inicialmente se creía que los niños no se veían afectados por el virus. Sin embargo, las estadísticas han comprobado lo contrario. Los niños conforman el 13.5 por ciento de los contagios en Estados Unidos. Millones han sido hospitalizados y cerca de 300 han fallecido, de acuerdo con Maldonado.
“No sabemos cuáles son las consecuencias a largo plazo de la infección”, agregó.
Las vacunas se probaron primero en personas de la tercera edad porque es más probable que enfermen y fallezcan, pero la atención ya está cambiando hacia los jóvenes. El mes pasado, Pfizer anunció que su vacuna es segura y efectiva en adolescentes desde 12 años, por lo que se dio luz verde a que se probara en niños más jóvenes.
El estudio será nacional, contará con la participación de 144 niños y se llevará a cabo en fases. Se probarán tres dosis diferentes - de 10, 20 y 30 microgramos - en tres diferentes grupos de edad: 5 a 11 años, 2 a 5 años y de 6 meses a 2 años.
Después de comprobar qué dosis funcionan la investigación se extenderá a más niños y buscará señales de eficacia.
La farmacéutica Moderna también ha iniciado una prueba clínica que irá incluyendo a niños de 11 años a menos poco a poco.
Si los resultados son favorables, la vacuna podría estar ampliamente disponible para los adolescentes más grandes a partir de este otoño, de acuerdo con el Dr. Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Los pequeños de primaria y los bebés podrían tener que esperar hasta principios del 2022.
Pfizer ya solicitó una revisión de su Autorización de Uso por Emergencia emitida por la FDA para que se expanda el uso de su vacuna a jóvenes de 12 a 15 años, alrededor de 2.5 millones de californianos.
El estudio clínico de Stanford no incluirá a bebés más jóvenes de seis meses porque no tienen sistemas inmunológicos completamente maduros y dependen de la leche materna para tener anticuerpos.
pmm