Fracasa plan contra diabetes, hipertensión arterial y obesidad

Hay un mayor porcentaje de personas que presenta comorbilidades que comprometen su salud frente al covid-19; más de la mitad de fallecidos por el virus en el estado tenía problemas de presión alta

Obesidad. (Notimex)
Cristina Gómez y Leticia Gutiérrez
Tampico /

Cuando empezó a sentir como si hubiera trabajado con pico y pala todo el día, pero su trabajo era de oficina, supo que algo andaba mal en su organismo.

No pasó mucho tiempo para ser diagnosticado con diabetes y obesidad, enfermedad que hoy tiene a Adrián Islas, pastor de una iglesia cristiana de Tampico, con el riesgo de morir si llegara a contagiarse de covid-19.

De sus 58 años de edad, 28 trabajó en una empresa portuaria en el área de Contabilidad y llevaba una vida sedentaria, lo que le provocó sobrepeso. 

Un día una amiga enfermera le puso el glaucómetro y resultó que traía el nivel de azúcar en más de 350 y corrió a ver el doctor, quien solo le confirmó el diagnóstico de diabetes.

María Kanda cuenta con 73 años de edad y padece hipertensión arterial, enfermedad que está considerada el mayor riesgo de comorbilidad en el covid-19.

Ella lo sabe porque todas las tardes está pegada frente al televisor viendo las conferencias de Hugo López-Gatell. 

En Tamaulipas, más de la mitad de las personas que han perdido la batalla frente a la pandemia tenían problemas de presión alta.
Glaucometro. (Shutterstock)


Es un tema que la angustia y por eso no permite que su nieto adolescente la abrace, aún estando ambos en estricto resguardo domiciliario desde que inició la pandemia, no salen ni a la esquina.

Le aterra ir al IMSS y compra el medicamento de control por su cuenta, para no exponerse. 

Ahora con la pandemia, Adrián y María tienen miedo a morir. 

Son parte de los miles de tamaulipecos con diabetes, hipertensión y obesidad que el gobierno advierte son los que más deben cuidarse, pero es también el gobierno quien no ha sido capaz de frenar esa que también es una epidemia.

En la campaña “Chécate, Mídete y Muévete” el gobierno federal gastó 3 mil millones de pesos. 

Buscaba con este programa, prevenir la diabetes y la obesidad, pero tuvo el efecto contrario y la población con este problema de salud es mayor.

Raúl de León Escobedo, catedrático de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, considera que lo único que se obtuvo “fue una canción pegajosa”.

Ahí se gastaron 3 mil millones de pesos y lo que se logró fue una canción pegajosa que no contuvo la cifra de obesos, diabéticos e hipertensos, hubiésemos querido que se aprendieran el plato del buen comer en vez de la canción o hacer conciencia de que 20 minutos de activación física es tan necesario como lavarse los dientes”.

Con base en una investigación que llevó a cabo, dice que el programa pudo haber funcionado pero le faltó evidencias médicas que reflejaran el verdadero problema de salud que hoy en día padecen los ciudadanos tamaulipecos. 

La diabetes en de el estado es la segunda causa de muerte en la población de más de 60 años, aunque este padecimiento ahora también lo enfrentan jóvenes de 23 años.

“Los estudios de hace 40 años mostraban que la diabetes estaba en un 4% de la población y actualmente es un 12.8%, es realmente sorprendente este incremento, va en ascenso, en vez de disminuir y lo mismo pasa con la hipertensión y la obesidad”. 

Advierte que hay que cuidar a estos pacientes para evitar que continúen incrementándose las defunciones en el estado.


Los costos 

Cuatro mil pesos diarios cuesta en promedio la atención a un paciente diabético que necesite una máquina de hemodiálisis para su tratamiento, proceso que debe realizar hasta tres veces por semana en algunos casos, lo que eleva la erogación a un monto de 400 mil pesos aproximadamente.

Pero si se trata de un paciente fuera de control, el costo se dispara para el sistema de salud, integrado por Secretaría de Salud, IMSS, Issste, Pemex, Sedena y Semar.

De aumentar el número de enfermos en esas condiciones, llegará el momento en que las instituciones se vean rebasadas. 

“Si cada vez tenemos más enfermos que no lleven un control, financieramente será imposible seguir brindando la atención, así que, o controlamos el número de pacientes que se siguen presentando o le enseñamos a que aprendan a vivir con su padecimiento y se hagan responsable del control para mantenerlo en un rango de normalidad”.

Sin embargo, de cada 100 pacientes, solo 20 logran estar en el rango de control, indicó el especialista, quien se basa en lo que observó cuando fue director del hospital del IMSS en Ciudad Madero y luego director de Servicios Médicos de la institución.

Hay quienes acuden a pedir ayuda médica ya cuando su mal está muy avanzado y están perdiendo la vista o necesitarán hemodiálisis o un trasplante de riñón. 

Implica también años de vida en pago de incapacidades, pensiones y consumo de medicamento, “lo que prácticamente es un mal negocio”, dice de León quien lleva dos años investigando sobre el impacto de programas internacionales validados que han probado su eficacia en el manejo de la diabetes y obesidad.

Y es que de cruzarse de brazos los pacientes aumentarán y el objetivo de su proyecto es educar a la población para que reaccione de forma oportuna al detectar los primeros signos de alarma.

Eso le puede evitar no solo una amputación a futuro sino prevenir enfermedades del corazón y del cáncer que están asociadas al sobrepeso, diabetes e hipertensión.

 Tamaulipas está a tiempo de analizar la problemática después del ejemplo que dejó el problema de prevención.

La OMS indica que la obesidad es la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud./ Cuartoscuro


Segundo lugar nacional en diabetes

La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2018), ubica a Tamaulipas en el segundo lugar en cuanto al porcentaje de la población de 20 años y más con diagnóstico médico previo de diabetes, solo superado por Campeche.

El porcentaje de Tamaulipas en este rubro es de 12.8 y está por encima de la media nacional que es de 10.3.

Lo anterior significa que tienen este problema de salud un estimado de 316 mil 506 ciudadanos tamaulipecos.

Sin embargo, el problema es todavía más grave para el caso de la hipertensión arterial, pues el porcentaje referido al mismo grupo de edad se eleva a 18.4 y es exactamente igual al del promedio nacional, así que lo padecen 454 mil 978 habitantes del territorio tamaulipeco.

La única diferencia es que en este indicador la entidad no ocupa los primeros lugares, ya que otros estados están peor. 

Mientras la población no cambie de hábitos alimenticios, los casos de diabetes, hipertensión y obesidad van a continuar, advierte el ex coordinador de Nutrición en las Secretarías de Salud de Tamaulipas y San Luis Potosí, Salvador Nieto Martínez.

Hace también un llamado a la población para evitar el camino fácil de bajar de peso a través de “productos milagro”, pues es común que la gente escuche más el consejo de la amiga o la vecina que del médico.

La pandemia de coronavirus, refiere, viene a generar de igual manera síntomas de estrés y ansiedad y esto lleva también a consumir productos insanos y a caer en inactividad física por el confinamiento domiciliario.

La obesidad, insiste, es una enfermedad crónica que trae consigo una serie de complicaciones de salud que acaban con la calidad de vida de las personas al no poner orden en lo que se consume y no seguir al pie de la letra el tratamiento que corresponde.

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