Las tierras tamaulipecas no solo nos sorprenden con sus paisajes, sino también con sus hallazgos paleontológicos de otro mundo. ¿Sabías que Tamaulipas es el único estado que tiene su propio dinosaurio?
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En una zona, que muchos pasan de largo sin darse cuenta, se esconden secretos que nos llevan de vuelta al tiempo de los dinosaurios, se trata del Cañón del Huizachal.
Adentrándonos un poco a la historia, cerca del año 1985, los paleontólogos Clark y Hopson descubrieron un fósil peculiar , una nueva especie de tritilodóntido, Bocatherium mexicanum, en el ya mencionado Cañón del Huizachal, Tamaulipas. Este descubrimiento no solo fue sorprendente, sino que también marcó el inicio de un proyecto de investigación internacional que ha dado como resultado una impresionante colección de vertebrados fósiles, incluyendo mamíferos, cocodrilos, pterosaurios y más.
¿Cuál es el saurio de Tamaulipas?
Entre estos hallazgos destacados se encuentra Tamaulipasaurus morenoi bautizado así por Clark y Hopson, al encontrar dos cráneos con mandíbulas, y una caja craneana que han sido identificados como referibles a un diápsido de hábitos excavadores que pertenece a una línea desconocida, una especie de reptil lepidosauromorfo (Lepidosauria, griego. "lagartos con escamas"), que habitó la región durante el Jurásico Temprano, hace aproximadamente 165 millones de años. Descubierto en 1982 y posteriormente descrito por James Clark y colaboradores en 1994, los restos fósiles de Tamaulipasaurus ofrecen valiosas pistas sobre la antigua fauna de la zona.
¿Qué características tiene el Tamaulipasaurus?
Según estudios realizados por paleontólogos como Víctor Reynoso y Alberto Cruz, el cráneo de Tamaulipasaurus presenta notables similitudes con animales adaptados a la vida subterránea, como los anfisbaénidos y cecilias. Aunque estas características podrían indicar una convergencia evolutiva, la posición taxonómica de Tamaulipasaurus dentro del grupo de reptiles Lepidosauromorpha ha sido objeto de debate, pero su tamaño era diminuto.
Tamaulipas se destaca así como un tesoro paleontológico en México, siendo el único estado del país que puede presumir de tener su propio dinosaurio. Este hallazgo no solo enriquece nuestro conocimiento sobre la historia natural de la región, sino que también contribuye al entendimiento global de la evolución de los reptiles y la vida en la Tierra.