En Tamaulipas se tienen 252 casos de hepatitis A, B y C y “otras”, y la mayor presencia de la enfermedad en su tipo A se ha detectado en Tampico y Madero, según estadísticas oficiales.
De acuerdo con la Secretaría de Salud en el estado, a la semana epidemiológica 36 del año (10 de septiembre) se tenía un acumulado de 73 casos de la enfermedad vírica del tipo A. De estos Tampico y Madero tienen 30 y 22 respectivamente, representando el 71.2 por ciento de la estadística.
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Por lo que respecta a la hepatitis tipo B, Salud solo reporta siete casos al mismo corte, distribuidos en Tampico, Madero, Altamira, Nuevo Laredo, Victoria, con uno cada uno y dos en Reynosa.
A su vez, la hepatitis C tiene un registro de 123 casos, de los cuales Tampico tiene 41, Nuevo Laredo 44, Reynosa 13, Matamoros 10, Victoria 9, Madero 5 y Altamira 1.
En una cuarta clasificación, la Secretaría de Salud pone “otras hepatitis víricas”, con un acumulado de 49 casos, sin embargo no se trata de la hepatitis infantil de origen desconocido.
Ahí, Tampico y Madero reúnen 18 casos, Victoria tiene 17, Reynosa 5, Mante 3, Matamoros 2, Nuevo Laredo 2, Valle Hermoso 1 y Miguel Alemán 1.
En total Tampico y Madero acumulan 118 casos de hepatitis en sus diferentes tipos, el 46.8 por ciento del total estatal. Cabe señalar que el mayor número de enfermos a nivel estatal, se encuentra en el grupo de 25 a 44 años; después está el de 45 a 49.
El órgano del cuerpo más afectado por la hepatitis, es el hígado, que se encarga de filtrar la sangre que viene del sistema digestivo.
Elimina químicos y metaboliza fármacos, además ayuda a la digestión de productos grasos, albúmina y factores de coagulación. Es una reserva de hierro, vitaminas y glucosa.
¿Qué es la hepatitis?
La hepatitis es la inflamación del hígado. Sus causas pueden ser infecciosas, como las hepatitis virales, o no infecciosas, que se dan por el consumo de bebidas alcohólicas, obesidad, enfermedades autoinmunes, fármacos, reacciones alérgicas, entre otros.
Mientras la hepatitis A no es mortal (salvo que acabe provocando insuficiencia hepática aguda) y se suele pasar sola siguiendo unas sencillas recomendaciones como guardar reposo e hidratarse, las hepatitis B y C conllevan un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático.
¿Cómo se contagia?
La primera se contagia por contacto con las heces de una persona infectada con el virus de la hepatitis A, mientras que las dos últimas se transmiten por medio de la sangre. Entre estos dos tipos de hepatitis, B y C, también existen diferencias: la hepatitis B tiene vacuna desde 1982 (las autoridades sanitarias recomiendan administrársela a todos los recién nacidos en las primeras 24 horas de vida); la única manera de prevenir la hepatitis C es, en cambio, evitar entrar en contacto con la sangre de las personas infectadas, pero tiene cura en la actualidad.
SJHN