Pandemia no detiene al Centro de Integración Juvenil; siguen con trabajos a distancia

Durante el año anterior dieron atención a 400 pacientes de nuevo ingreso, cuando en años anteriores alcanzaron hasta los 640.

El trabajo del centro es la prevención de adicciones para jóvenes y adultos. (Milenio Digital)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

El trabajo del Centro de Integración Juvenil en gran medida se enfoca a la prevención de adicciones y su más amplio espectro son las escuelas básicas. Tras decretarse la pandemia por el covid-19, continuaron labores para atender a pacientes. 

Fue así que se abrieron las puertas para alumnos que buscaban hacer su servicio social y se atiende hoy a maestros que pueden padecer estrés o depresión ante sus condiciones laborales, detalló Rafael Mora Garza, director del CIJ en Torreón.

En número duros, refirió que durante el año anterior dieron atención a 400 pacientes de nuevo ingreso, cuando en años anteriores alcanzaron hasta los 640, lo que refleja una disminución de 40 por ciento. 

Sin embargo, a través de la tecnología se aborda a personas que manifiestan temor sobre la crisis sanitaria y que, sin manifestar adicciones, saben que deben buscar ayuda de contención emocional.

“Todo el 2020 con esta cuestión de la pandemia, se modificaron muchas cosas para toda la gente y en el Centro de Integración Juvenil la vida diaria en las instalaciones es ver que llega mucha gente porque tenemos muchas actividades que están enfocada a la prevención y también, la presencia de pacientes y sus familiares que acuden a sus citas. Pero tuvimos que hacer cambios desde que inició la pandemia en el mes de marzo cuando se pidió el confinamiento”.

Rafael Mora explicó que al mantenerse los planteles escolares cerrados, se tuvieron que adaptar a una nueva forma de trabajo que después de ser ensayada durante meses, en algunas de sus formas llegó para quedarse.

“Así lo hicieron los maestros al principio, donde había que aprender algunas cosas porque no estábamos preparados pero con el transcurso de las semanas pudimos empezar a trabajar nuestros programas de prevención con alumnos de las escuelas y los maestros de manera virtual. Teníamos la ventaja de que muchos de los materiales que ya tenemos para trabajar en las escuelas son electrónicos”.

Si bien reconoció que los números en cuanto a atenciones disminuyeron, los maestros tuvieron la oportunidad de implementar actividades coordinados con los contenidos del CIJ, al aplicar programas de prevención.

Adoptan herramientas digitales

“Hemos sido de las pocas instituciones que vimos una oportunidad de aprovechar que los jóvenes estudiantes de universidad pudieran iniciar su servicio social, que no se vieran luego limitados a que terminaran la carrera y tuvieran el pendiente de su servicio social y tuvimos una gran cantidad de alumnos donde todo el trabajo que han estado haciendo es virtual, en tanto nosotros aprovechamos las cualidades de los jóvenes para las cuestiones de manejo de las redes sociales porque multiplican las acciones de prevención”.

Mora Garza dijo que en las atenciones presenciales hubo una disminución, pero se aprovechó la tecnología para estar en contacto con los pacientes que se encontraban en confinamiento pero que necesitan ayuda. Esto fue gracias a plataformas como el Zoom, las videollamadas, mensajes o llamadas telefónicas, lo que significó una gran experiencia y por lo cual se considera que se continuará con esa opción de trabajo, es decir, a distancia.

“Estos 400 nuevos pacientes tuvieron la oportunidad de encontrar apoyo porque si hubiéramos tomado la decisión de cerrar el centro como se hizo en otros lugares quién sabe qué hubiera pasado con ellos sin la oportunidad de recibir apoyo. Ha sido difícil para todo mundo, aunque hagamos trabajo desde casa somos sociales por naturaleza y el aislarte y no tener la misma convivencia a todo mundo nos ha pegado”.

Declaró que durante el año pasado se pudo dar apoyo emocional ante casos de estrés y depresión, al sumarse al Centro de Integración Juvenil a la Estrategia Nacional de atención a la Salud Mental, atendiendo a personas que no tienen problemas de consumo de drogas.

“Sí hay escuelas que nos han pedido para trabajar esa parte con los docentes porque al final de cuentas ellos serían incapaces de dar algún tipo de apoyo, algún acompañamiento a algún alumno si no están con condiciones óptimas, sobre todo lo que está ahora dentro de los planes de la Secretaría de Educación Pública sobre el desarrollo de las habilidades socioemocionales, que son para los niños pero si no las adquieren los maestros pues imposible que las puedan transmitir y en ese sentido se trabaja con los docentes”, concluyó.

RCM

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