La puesta en marcha de unidades del transporte público exclusivas para pasajeros en la Ciudad de Toluca por la pandemia del covid-19 resultó ser un modelo benéfico y seguro para los usuarios, de orden para los transportistas y replicable, esto de acuerdo con el reporte técnico del “Piloto Movilidad con Salud – Toluca” de la empresa Jetty.
Durante el año pasado la firma junto con la Secretaría de Movilidad del Estado de México (Semov) echó a andar un programa especial dirigido para los trabajadores de la salud de la capital mexiquense en el marco de la emergencia sanitaria.
Participaron las empresas “Estrella del Noreste” y “Autotransportes del Valle de Toluca” que capacitaron a cuatro conductores de tres autobuses y dieron el servicio en dos rutas con dirección a los hospitales General Dr. Nicolás San Juan, Centro Médico Adolfo López Mateos, ISSEMyM Hospital Regional de Toluca y Mónica Pretelini.
En los estudios evaluados por la empresa, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el BID La,b se determinó que este programa impulsó el uso del transporte público “sin requerir grandes sumas de dinero en infraestructura o unidades” -y agregaron- “Vemos un gran potencial en este tipo de colaboraciones para la mejora general del transporte público y la calidad del servicio para las personas usuarias”.
En el piloto fue modificada la aplicación de teléfono Jetty para que aparecieran los autobuses y las rutas. En este sentido, detectaron que la tecnología es una liado en el combate a la inseguridad en el transporte público. “De los factores más relevantes que contribuyeron están el tener la información de la unidad y chofer, la ubicación en tiempo real de la unidad, así como el servicio de soporte en tiempo real”.
Los empresarios del transporte participantes obtuvieron a través de la aplicación mayor certeza de la afluencia que tiene, horarios, lugares de ascenso y descenso y otro tipo de datos que servirían para trazar nuevas rutas de transporte.
En contraparte, en el estudio se detectaron gracias a los usuarios dos áreas de oportunidad: la poca bancarización; y una resistencia a el uso de aplicaciones tecnológicas. En el primero de los casos, argumentaron que si bien el pago electrónico disminuye la posibilidad de contagio por covid-19, hay usuarios sin tarjetas bancarias.
En el segundo, señalaron que “los beneficios del uso de la aplicación son múltiples, le permite al usuario conocer la ruta en tiempo real, recibir soporte técnico al instante, evaluar el servicio y mejorar su seguridad, además de que permite pagar el costo del pasaje manteniendo la sana distancia y evita el contacto con monedas y billetes. Sin embargo, también hay retos para que todas las personas puedan acceder a estos beneficios sin que esto aumente su gasto en el transporte”.
KVS