Tu rostro puede revelar las deficiencias de salud que tiene tu cuerpo o los excesos que consumes, incluso si estás abusando de las dietas y el ejercicio ¿no nos crees? Ve al espejo.
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Si tu rostro está caído y gordito quiere decir que te falta ejercicio, consumes alcohol en exceso o estás estresada, estas situaciones dificultan tu producción de colágeno que daña tu apariencia.
Mientras que si la piel de tu cara está seca quiere decir que te faltan vitaminas, sobre todo la A, este problema empeora si estás cansada, estreñida, con tu ciclo menstrual irregular o que tienes obesidad.
La piel amarilla indica problemas hepáticos, ¡cuidado!, acude con tu médico pues puede ser un síntoma de cirrosis o hepatitis.
Las ojeras en tu rostro indican que no has dormido bien o que te falta hierro pues ambas cuestiones se relacionan con la regeneración de tejido.
Si tienes deficiencia en vitamina B las comisuras de tu boca se acentuarán más.
El acné indica que tu dieta es rica en grasas, lácteos, carbohidratos, o que tienes un problema genético.
Tener una cara pálida puede indicar una deficiencia de hierro, anemia o una baja producción de hemoglobina.
Un rostro con piel enrojecida sin ninguna razón aparente puede indicar que bebes demasiado café que ha deshidratado tu piel, o que te falta exponerte al sol porque tienes una deficiencia de vitamina D.
Aunque una sobre exposición al sol puede detonar arrugas gruesas en tu rostro.
Mientras que un rostro delgado y demacrado puede indicar que en tu afán de ser más delgada estás abusando de las dietas y ejercicio.
¿Qué dice el tuyo de ti?
JCH