El estrés hídrico crece y exige tratamientos más efectivos para el agua contaminada, por ello, Pedro Guillermo Reyes Romero, investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMmex) y su equipo de trabajo realizan pruebas para disminuir los residuos de la industria textil en los ríos.
Con el proyecto denominado “Degradación de aguas residuales con colorantes textiles”, experimenta con plasmas a presión atmosférica para formar radicales que eliminen materia orgánica como el peróxido de hidrógeno y el radical hidroxilo, así solo quedarán minerales que podrían ser útiles para el riego.
Actualmente, dijo, existen métodos como la floculación, coagulación, separación por membranas, adsorción y oxidación química, pero se requiere mejorarlos para no queden residuos, ser energéticamente viables y no necesitar productos químicos.
Para la investigación usan un reactor Batch para estancar fluido, uno de flujo a presión y tres espectroscopias. Con este equipo determinan las especies reactivas que interactúan con el agua, observan los radicales libres OH, analizan las reacciones físicas, atómicas o moleculares, la eficiencia del tratamiento y las reacciones que ayudan a indicar qué procesos químicos lograrán la degradación.
El experto detalló que los ríos reciben hasta 50 por ciento del remante de los colorantes que no son biodegradables, problema en aumento ya que de acuerdo a la ONU a nivel mundial se compra 60 por ciento más ropa que hace 15 años y se conserva la mitad del tiempo, lo que posiciona a la industria textil en segundo lugar a nivel internacional en consumo de agua y genera 20 por ciento de las aguas residuales.
Un ejemplo de la creciente contaminación es el Río Lerma que pasa por 24 por ciento del Estado de México y afecta a 19.43 por ciento de los mexiquenses que están expuestos a la contaminación, de acuerdo a Comisión de la Cuenca del Rio Lerma de la Secretaría de Obra Pública Mexiquense.
Aunque la Norma Oficial Mexicana NOM-001 y NOM-002 establece los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales, en 2014 la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) clausuró 31 empresas contaminantes del Río Lerma, 13 en el Estado de México. Para 2017 aumentaron a 63 las empresas infractoras a lo largo del afluente en los estados de México, Guanajuato y Querétaro.
Este tema representa un reto para los académicos que trabajan para descifrar los mecanismo que ayudarían a disminuir el impacto de la industria tanto textil como de otro giros en el medio ambiente, por ello el investigador subrayó que continuarán hasta lograr atender el problema a gran escala.
MMCF