La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es un semillero de talentos, pues sus alumnos siempre logran destacar a nivel internacional. Tal es el caso del joven perteneciente a la máxima casa de estudios que realizó una estancia en la NASA o del estudiante de FES Acatlán que desarrolló una aplicación para combatir el covid-19 y ganó un premio internacional.
Ahora, a esta lista de genios, se suma Jorge Antonio Pérez Hernández, del doctorado en Ciencias Físicas de la UNAM, que por la originalidad y excelencia de sus estudios sobre el asteroide Apofis obtuvo el Premio de Investigación para Estudiantes Raynor L. Duncombe 2020.
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Además, es el tercer alumno proveniente de alguna universidad latinoamericana que recibe este galardón, instituido en 1995 por la División de Astronomía Dinámica de la Sociedad Astronómica Americana, que agrupa a los astrónomos más reconocidos de Estados Unidos.
“El premio significa poner en alto el nombre de México y de la Universidad Nacional. Es importante que como estudiantes nos fijemos metas y desafíos grandes. Hay que atrevernos a jugar de ‘tú a tú’ con instituciones que hacen investigación de primera clase, porque ese es el nivel de la UNAM”, aseveró.
El alumno del Instituto de Ciencias Físicas (ICF) compitió con alrededor de 60 educandos, tanto de licenciatura como de posgrado, de universidades como Yale, Colorado, Maryland, el Instituto de Tecnología de California (Caltech), entre otras, durante la LI Reunión Anual de la División de Astronomía Dinámica de la Sociedad Astronómica Americana, que en esta ocasión se desarrolló de manera virtual del 3 al 7 de agosto.
Apofis y la Tierra
El trabajo por el que Pérez Hernández fue laureado es parte de su tesis de doctorado sobre el asteroide Apofis, que tiene un diámetro de aproximadamente 400 metros y fue descubierto en 2004; en ese entonces generó mucha preocupación, pues se pensaba que tenía una probabilidad relativamente alta de chocar con la Tierra en el año 2029.
“Actualmente se ha descartado su colisión con nuestro planeta para ese año, pero sigue habiendo posibilidades a partir del 2060”, dijo el universitario.
Junto con su tutor, Luis Benet Fernández; personal del ICF y de la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicación de la UNAM, realizó cálculos computacionales con el fin de estimar el Efecto Yarkovsky para el asteroide Apofis, a partir de observaciones ópticas y de radar.
Este efecto, ocasionado por la radiación solar, perturba la órbita del asteroide generando una aceleración muy pequeña, pero que se acumula a lo largo del tiempo. Determinarlo es fundamental para predecir el movimiento del asteroide y evaluar el riesgo de choque con la Tierra, aseguró Pérez Hernández.
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En la actualidad existen dos grupos en el mundo dedicados a estudiar los riesgos de impacto de los asteroides: uno es el de mecánica celeste en la Universidad de Pisa; y el otro, el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra del Laboratorio de Propulsión a Chorro, del Instituto Tecnológico de California (Caltech).
“Por la importancia que tiene hicimos un análisis independiente, con software que hemos desarrollado durante mi doctorado, utilizando técnicas numéricas avanzadas; nuestros resultados son consistentes con otros reportes para el Efecto Yarkovsky sobre el asteroide”, afirmó Pérez Hernández, quien agradeció el apoyo de la Universidad, de la Coordinación General de Estudios de Posgrado, del área de supercómputo de la UNAM y del ICF.
“Estamos muy agradecidos con los encargados de la supercomputadora Miztli porque esta investigación fue muy demandante en términos computacionales; Miztli fue esencial para lograr los resultados y poder competir con instituciones que tienen el respaldo de la NASA”, añadió.
Pérez Hernández grabó la exposición de su investigación y la envió a un sitio privado, al igual que el resto de los participantes en la conferencia. Posteriormente, en una sesión en vivo respondió preguntas de especialistas. Su trabajo fue evaluado por un jurado integrado por tres investigadores de las universidades de Princeton, Toronto y Colorado.
Junto con él, fueron premiados tres estudiantes más de las universidades de Yale, Cornell y Colorado, Estados Unidos, uno por cada institución.
yhc