“Debemos ser disciplinados y seguir con todas las medidas sanitarias porque esta enfermedad llegó para quedarse. Soy médico de profesión y durante mi carrera nunca viví una pandemia tan peligrosa, por ello a pesar de contar con las dos dosis de vacuna contra el covid-19 no bajaré la guardia”, destacó el señor Daniel Orea Blanco, quien acudió al centro de inoculación ubicado en la junta auxiliar de San Antonio Cacalotepec perteneciente al municipio de San Andrés Cholula.
En entrevista con MILENIO Puebla, destacó que se mantendrá resguardado como lo ha hecho por más de un año y respetará las indicaciones que emiten los diferentes órdenes de gobierno.
El entrevistado compartió que es médico de profesión y pensionado por su edad y por una capacidad física con la que cuenta, por ello desde hace un par de años se encuentra en casa y se dedica a ejercitarse por la misma discapacidad.
“Todos los días salgo a caminar por la tarde. Sigo con mi rutina de ejercicio. Realmente sigo las recomendaciones porque soy médico y sé que hay que guardarse y conservar los lineamientos porque de otra manera si salimos provocamos más contagios de esta enfermedad que dicen que llegó para quedarse”, destacó el entrevistado.
El médico retirado, con un semblante de esperanza en su rostro, recomendó a la población en general a cuidarse porque la enfermedad llegó para quedarse y describió que durante su profesión nunca vivió la experiencia de una pandemia tan peligrosa como es el covid-19.
A sus 84 años de edad, destacó que por el bien de los demás y de uno mismo, la disciplina será clave para salir de la pandemia:
“Sino le echamos ganas nosotros nadie va ver por uno. Primero Dios saldremos de ésta y se está haciendo lo más humanamente en el país para mejorar la jornada de vacunación, por ello debemos aguantar y aceptar cuando nos llegue la enfermedad”.
Hubo momentos de depresión al dejar mi trabajo: José Marcos Gregorio
A su vez, el señor Gregorio Marcos Gregorio narró que a un mes de comenzar la contingencia sanitaria se vio en la necesidad de renunciar a su trabajo ante los contagios del virus, pues es una persona adulta mayor y diabética.
“Viví momentos de depresión y en los primeros meses al dejar de trabajar sentí muy feo porque yo ya tenía más de 50 años trabajando. Exactamente tengo un año de ya no trabajar, pero se debe cuidar uno. Actualmente, estoy tranquilo y no me preocupo de nada y me dedico a cuidarme”, enfatizó el entrevistado.
De igual forma, comentó que cuenta con familiares que tienen un negocio en la central de abasto, por ello durante todo este tiempo de contingencia sanitaria han reforzado las medidas sanitarias y cada mes acuden al médico para realizarse una revisión.
Refirió que hasta el momento el virus no ha tocado la puerta en su familia y eso dijo que se lo agradece a Dios.
mpl