Los niños y jóvenes no deben volver a las escuelas hasta que se les vacune para no ponerlos en riesgo, pues sin inoculación no hay certidumbre para ellos.
María Guadalupe Barranco González, de 49 años de edad, quien se desempeña como empleada en una empresa de la región de Tula, y es madre de una joven de 15 años de edad, considera lo anterior y señala que aplicar la vacuna es la única manera en la que se les puede brindar certidumbre a los menores de edad para un retorno seguro a las clases.
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Hace algunos días el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que los alumnos regresarían a las escuelas. Ella como madre de familia señala que no enviaría a su hija, porque hay muchos casos activos de covid-19 en la región, los cuales, resalta, han incrementando en los últimos días.
Recuerda que previo a la pandemia las escuelas no contaban con infraestructura sanitaria adecuada, por lo que las condiciones de higiene eran precarias desde entonces.
Si antes no había conserjes y la escuela no estaba limpia, ahora que hay pandemia el riesgo va a ser mayor, y tampoco estarán en buenas condiciones los planteles, dice, a la par que pide al presidente recular en esa intención de regresar a los niños a las aulas sin aplicarles vacuna, pues lo considera un acto irresponsable.
Destaca que muchas madres con las que ha intercambiado puntos de vista tampoco enviarán a sus hijos a la escuela porque la pandemia ni está "domada" ni hay vacunas para todos, todavía; añade también que es poco probable que se apliquen de manera estricta las medidas de sanidad sugeridas por las autoridades.
Además de que por su propia naturaleza los niños y jóvenes no mantendrán la sana distancia o llevarán a cabo al pie de la letra las medidas sanitarias, y el personal docente o administrativo no garantizará que se cumplan, por lo que podrían registrarse brotes en los planteles, y ejemplificó que las escuelas de nivel preescolar y primaria son puntos en donde se propagan rápidamente las enfermedades, algo que los padres han constatado antes de la pandemia.
Escuela en línea
María Guadalupe admite que actualmente los niños enfrentan muchas dificultades técnicas con las clases en línea y para los padres los gastos incrementaron, pues tuvieron que invertir en equipo, internet y pagan más por el uso de la energía eléctrica.
Además de que las clases online modificaron sus rutinas, pues en el caso de su hija, cuenta, pasaba ocho horas frente a la computadora, y por los horarios de las clases comía más tarde de lo habitual, y después tenía que hacer tarea, para el siguiente día a las 8 de la mañana estar en clase.
Estos horarios complicaron además los de convivencia, de por sí ya difíciles para madres que, como ella, trabajan fuera del hogar, acorta los tiempos que tienen para conversar sobre el día a día.
Aunque es difícil la educación en línea, reconoce, para ella es la mejor opción por el momento pues destaca que varias entidades intentaron retornos a clases y tuvieron que suspenderlas por brotes, algo que inminentemente sucedería.