La comunidad católica de la parroquia de San Antonio de Padua se encuentra en alerta tras el robo de una de sus campanas, cuyo peso es cercano a los 90 kilos en el municipio de Salamanca.
Feligreses y autoridades parroquiales señalaron que se desconoce el momento exacto en que ocurrió el hurto, ya que la pieza llevaba varios meses fuera de su sitio original debido a trabajos de reparación.
La campana había sido retirada de uno de los campanarios hace aproximadamente seis meses, luego de que se detectaran daños en el eje que la sostenía.
Por su peso, se decidió dejarla resguardada en la parte superior del inmueble, ubicado en la zona centro de la ciudad, frente al jardín San Antonio y a unos pasos de las vías del ferrocarril.
Fue hasta días recientes cuando se percataron de que la campana ya no se encontraba en el lugar donde había sido depositada.
Debido a sus dimensiones, se presume que para sustraerla fue necesaria la participación de varias personas, por lo que la maniobra debió implicar movimientos visibles o ruidos que pudieron haber sido detectados por vecinos de la zona.
Ante esta situación, feligreses de la parroquia hicieron un llamado a la ciudadanía para aportar cualquier información que ayude a dar con el paradero de la campana, subrayando que su valor trasciende lo material, pues representa un símbolo importante para la vida religiosa y comunitaria del templo.
Asimismo, se solicitó el apoyo de los comercios dedicados a la compra de metales y de los vecinos del sector para reportar cualquier movimiento sospechoso relacionado con una pieza de estas características, con la esperanza de que pueda ser recuperada y devuelta a su sitio original.