Fe, poderes sobrenaturales, no se sabe con precisión que sea, lo que si es cierto, es que hasta estos días, en la tumba de Eusebio Ceja Nesma o 'Don Chebito', como se le conocía en Tehuacán -y quien falleció el 1 de marzo de 1965-, sigue recibiendo pequeños trozos de papel debidamente doblados con la petición de curar a las personas que tienen mezquinos en manos o cuello.
La lapida que cubre el sepulcro tiene en la parte alta la imagen del Sagrado Corazón esculpida en cemento, en las plantas hay una urna cerrada con una reja de metal, que fue hecha por sus familiares la hicieron con la intención de recibir las peticiones que la gente lleva para encontrar la sanación.
En la visita hecha por MILENIO a la famosa tumba, se observó una gran cantidad de trozos de papel que en su interior llevan el nombre de la persona y el número de mezquinos que tiene para que sean curados.
Joel Morales, ex administrador del panteón municipal señaló que hasta estos días llega gente a la tumba a solicitarle la sanación de los mezquinos, dejando su petición escrita en un papel y depositándola en la pequeña urna.
“Nosotros no nos atrevimos en abrir el pequeño receptáculo por respeto al lugar y a la familia, se observa que hay una gran cantidad de peticiones, porque la gente sigue creyendo en el poder de sanación que tiene esta persona”.
Asimismo, se puede percibir que algunas de las peticiones son recientes, mientras que otras, por el color amarillo del papel, indican que tienen tiempo en ese lugar.
Juan Manuel Gámez Andrade, cronista de Tehuacán comentó que, Don Eusebio tenía bien ganada su fama de santo, ya que por sus venas corría sangre de San Charbel, reconocido santo libanés, quizás por esa razón tenía el don de curar los mezquinos con sólo anotar el número de ellos en un papel.
¿Quién era Eusebio Ceja Nesma?
El historiador de Tehuacán indagó más sobre la vida de este personaje, de quien conoció que el 10 de octubre de 1877, Eusebio Ceja Nesma vio su primera luz en una pequeña aldea llamada Beqakafra, situada al Norte de Líbano.
A los 20 años de edad llegó a Tehuacán para dedicarse al comercio ambulante vendiendo preferentemente artículos de mercería, poco a poco, sus ventas fueron mejorando, lo que le permitió que después se instalara en la emblemática tienda 'El Nardo' que por muchos años estuvo sobre la primera avenida de Independencia Oriente.
'Don Chebito', como cariñosamente le llamaban familiares y amigos, quedó viudo a los 38 años; su esposa Clara, fue sepultada sin más compañía que la de él, por haber muerto de una enfermedad contagiosa.
Al sentir la soledad en estos momentos difíciles, 'Don Chebito' prometió -y cumplió- asistir a todos los sepelios que hubiesen en el panteón municipal.
En ese entonces Tehuacán era una ciudad más pequeña y tan pronto conocía que alguna persona sería llevada a este camposanto, él estaba presente para sumarse al cortejo fúnebre aun sin conocer al difunto o su familia.
Por su forma de convivencia, fue miembro de la Cámara de Comercio, formó parte de la cofradía de los Caballeros de Colón y un pilar indiscutible de la Cruz Roja delegación Tehuacán.
Además de su trabajo social, Don Eusebio tenía bien ganada su fama de santo, ya que por sus venas corría sangre de Charbel, imagen que es venerada por su capacidad para ayudar a las personas que sufren en cuerpo y alma, por lo que se dice que tenía el don de curar los mezquinos; esta misma sanación la siguen recibiendo personas con protuberancias que conocieron la historia y sanaron con solo hacer la petición.
Eusebio Ceja Nesma, falleció el 1 de marzo de 1965, por su trabajo altruista en la ciudad, en 1981 le fue puesto su nombre a la rotonda que está frente al panteón municipal, en el centro de esta, se erigió un busto en su memoria.
CHM