En el santuario de la Virgen de Guadalupe, mejor conocido como 'La Villita', y ubicado sobre la avenida Reforma, cientos de feligreses se congregaron desde las primeras horas del día para celebrar a la 'morenita del Tepeyac' en su festividad. Envuelto en el aroma de incienso y el murmullo de plegarias, el recinto se convirtió en un espacio de fe viva y agradecimiento.
Al amanecer, las tradicionales mañanitas resonaron con fuerza, entonadas por grupos de canto y fieles que, con devoción, elevaron sus voces en honor a la Virgen.
Entre oraciones y cantos, muchos peregrinos acudieron para agradecer los favores recibidos y encomendar nuevas peticiones, movidos por la esperanza que simboliza la Guadalupana.
Asimismo, la misa reunió a cientos de creyentes que, en silencio profundo, elevaron sus peticiones y agradecimientos. Muchos acudieron a dar gracias por la salud, el trabajo, o simplemente por un año más de vida.
Como cada año, la escena más tierna la protagonizaron los pequeños vestidos de Juan Diego y de inditas, quienes, tomados de la mano de sus padres, llegaron para ofrecer flores y recibir la bendición. Sus trajes coloridos y bordados tradicionales llenaron de vida los pasillos del santuario.
Hay verbena popular
A las afueras del recinto, la celebración continuó con una alegre verbena popular. Los puestos de antojitos y bebidas típicas se alinearon a lo largo de la avenida.
Debido a este festejo, es importante que la ciudadanía tome precauciones al circular por la zona, ya que varias calles se encuentran cerradas, entre ellas la 11 Sur y 11 Poniente, 13 Sur, 9 Poniente, Avenida Juárez y 15 Sur.
Así como Avenida Reforma, 3 Poniente y 11 Sur. Autoridades recomiendan anticipar tiempos de traslado y considerar rutas alternas para evitar contratiempos.
Entre fe, tradición y comunidad, La Villita volvió a convertirse en un punto de encuentro para quienes, año con año, celebran con el corazón a la Virgen de Guadalupe.
AAC