Lo que debía ser un día de fiesta terminó en una tragedia para el pequeño Lalo, de apenas 7 años, quien sufrió una fractura-luxación de T12–L1 y una lesión medular incompleta después de que un juego infantil colapsó y cayó sobre él dentro de un salón social en la zona de Zavaleta.
El accidente ocurrió el 3 de mayo de este año cuando Lalo cruzaba el puente de un juego de madera y metal en el salón “La Casa del Eucalipto”. La estructura se desplomó repentinamente y cayó sobre el menor. Desde ese momento, su vida y la de su familia cambió por completo.
“Ese día confiamos, fuimos a una fiesta como cualquier familia. El juego estaba en malas condiciones y se vino abajo justo cuando mi hijo iba pasando”, relató Angélica Chávez, madre del menor en entrevista para Multimedios Puebla.
Dos horas esperando una ambulancia y dos cirugías complicadas
La familia asegura que los servicios de emergencia tardaron dos horas en llegar. Lalo fue ingresado al hospital del IMSS, donde se confirmó el daño en su columna.
Tiempo después fue necesaria una segunda operación, ya que el material colocado no era el adecuado y dos tornillos se rompieron, obligando a una reintervención en un hospital privado el pasado 5 de noviembre.
“Lalo está avanzando, y al iniciar rehabilitación el material se rompió. Tuvimos que vender muchas cosas para poder operarlo de nuevo”, explicó Angélica.
Actualmente, Lalo recibe terapia diaria, fisioterapia e hidroterapia. Está aprendiendo desde cero a mover sus piernas, a sostenerse y a dar pasos con barras y estabilizadores.
Sin embargo, mencionaron que el gasto mensual supera los 30 mil pesos, algo que ya es insostenible, además de que el salón donde ocurrió el accidente, denuncian, nunca se hizo responsable.
“El dueño (Marco Pedro Rojas Ramírez) primero dijo que nos apoyaría, pero luego nos bloqueó de redes sociales. Nunca volvió a dar la cara”, afirma la familia, que ya inició asesoría legal para proceder por la vía jurídica.
Los padres insistieron en que buscan justicia y apoyo para continuar con el tratamiento mientras avanza el proceso legal, que podría tardar años.
"Lalo era un niño deportista: practicaba fútbol, natación y basquetbol. Tenía una chispa increíble y queremos que vuelva a ser ese niño activo y feliz. Pero no podemos detener su rehabilitación porque significaría un retroceso”, expreso.
La familia habilitó una cuenta para quienes deseen sumarse al esfuerzo por su recuperación:
ANGÉLICA CHÁVEZ MACHORRO
- BBVA
- Cuenta CLABE: 012 650 01514074632 7
- Tarjeta de débito: 4152 3140 2414 1239
CHM