Al menos 600 mil toneladas de maíz permanecen embodegadas en Guanajuato debido a que la industria no ha cumplido los acuerdos de compra establecidos con el gobierno federal y los productores.
El presidente de los maiceros del estado, Mauricio Pérez Cabrera, señaló que el esquema diseñado para garantizar la comercialización del grano no está operando, pues las empresas no están adquiriendo los volúmenes comprometidos.
Pérez Cabrera explicó que esta falta de cumplimiento afecta tanto el precio pactado como la salida del producto almacenado en los centros de acopio.
“Lo que pasa es que la industria no está comprando, no solo no a 5,200, a ningún precio y ese es un problema que ya tenemos grave. No sólo no está comprando a 5,200, no nos está comprando los volúmenes… no se está dando. Entonces ya estamos por tercera ocasión en la Secretaría para que ellos a su vez insten a la industria”, declaró.
De acuerdo con el dirigente, aunque las empresas afirman que sí están comprando, los centros de acopio siguen saturados. Relató que durante una reunión con funcionarios federales se cuestionó directamente a la industria sobre el rezago en la comercialización.
Pérez Cabrera estimó que, sólo en Guanajuato, el maíz sin movimiento alcanza cerca de 600 mil toneladas, mientras que en Jalisco supera el millón y en Michoacán ronda otro millón adicional.
“Yo creo que es el último aviso que le damos al gobierno federal, porque si ellos decidieron actuar de manera bilateral con la industria y no les está cumpliendo, pues entonces a nosotros el gobierno es quien nos tiene que decir qué va a pasar con ese volumen”, señaló.
La falta de compras también ha retrasado los pagos a los productores, pues el grano entregado en consignación únicamente se liquida cuando la industria lo retira de las bodegas.
El dirigente adelantó que regresarán a la Secretaría de Agricultura el próximo lunes para exigir una respuesta clara sobre el destino del grano acumulado y solicitar que se definan mecanismos efectivos de compra y pago.
“Si nos preocupa… así queremos que las condiciones cambien. Necesitamos que las condiciones estén más fundadas en la voluntad de la industria de resolver esto; de manera verbal tienen la voluntad, pero de manera establecida no existen”, concluyó.