Esta cuestión es cada vez más habitual y nos lleva a planear y, sobre todo, a ejecutar de manera diferente. La respuesta debe partir de actitudes y nuevos caminos por trazar. Actualmente es de suma importancia analizar claramente lo que queremos lograr en un escenario que involucre un ecosistema global con industrias de distintos enfoques y sobre todo, contemplar que cada una tiene sus particularidades.
A esto se le suma la digitalización, un término con el que ya estamos familiarizados desde la pandemia, y que ha traído innumerables oportunidades, como la adopción de nube en mercados e industrias con diferentes grados de madurez que conlleva al trabajo híbrido en las empresas.
Con este panorama, hoy en día se debe prestar atención especial no solo a la aceleración inminente de la migración a la nube; sino también, a la importancia que tiene contemplar soluciones de seguridad que permitan proteger la integridad de las aplicaciones, los datos y la infraestructura virtual con base en la nube.
Nos encontramos en un contexto donde el trabajo remoto es cada vez más común, por lo que las empresas dependen cada vez más de herramientas de colaboración remota en línea, como las aplicaciones de trabajo en equipo, comunicaciones unificadas y video como servicio para continuar impulsando la innovación y aumentando la productividad de los colaboradores con el fin de seguir siendo relevantes.
Ahora bien, los números no mienten, la última encuesta sobre la experiencia del trabajador digital 2021 realizada por la consultora Gartner refiere que el 43% de los encuestados dijo que la flexibilidad en las horas de trabajo les ayudó a lograr una mayor productividad, y el 30% de los encuestados mencionó que un menor tiempo de desplazamiento- e incluso, ni siquiera realizar este desplazamiento- les permitía ser más productivos.
Entonces, la pregunta aquí es: ¿flexibilidad es igual a productividad?, me parece pertinente mencionar que a medida que un gran número de empresas cambia a un modelo de trabajo híbrido a largo plazo, las tecnologías que contribuyan a la productividad de personas y de equipo basadas en la nube, acompañadas de herramientas de colaboración efectivas, irán formando el núcleo de una serie de nuevos centros de trabajo, los cuales irán cambiando el paradigma de programación, transformando el teletrabajo de privilegio, a necesidad apremiante.
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