Este año, Ternium presentó su hoja de ruta de descarbonización, con la que busca reducir 20 por ciento sus emisiones de dióxido de carbono para 2030. Una meta de mediano plazo que requiere de fuertes inversiones para proyectos sostenibles, muchos de estos se realizarán en México.
Uno de ellos es la construcción de módulos adicionales de captura y envío de CO2 en sus plantas de Puebla y Nuevo León, lo que permitirá incrementar la recepción de este gas de 212 mil a 290 mil toneladas anuales.
“En el proceso de fabricación del acero se genera como residuo el CO2; en lugar de emitirlo a la atmósfera, lo capturamos, lo procesamos y lo enviamos a otras industrias donde es aprovechado en la elaboración de productos que utilizamos en nuestra vida cotidiana como alimentos, refrescos o para su uso en el sector médico”, indicó Albes Urdaneta, jefe de Eficiencia energética de Ternium México.
Entre las metas también están incrementar el uso de chatarra como material para reciclaje, incluir más energía generada por fuentes renovables y aumentar el uso de nuevas tecnologías para reducir su huella ambiental. “Ternium cumple con toda la normatividad ambiental, sin embargo, tratamos todo el tiempo de ir más allá para proteger el medio ambiente. Ser una empresa sustentable ya es una necesidad, esperamos que más empresas sigan este ejemplo", concluyó Luis Rechy, gerente de Medio Ambiente Norte de Ternium México.
El acero es un material cien por ciento reciclable que se encuentra presente en la vida cotidiana: en la construcción de una vivienda, en vehículos, en la medicina o en el hogar, en forma de electrodomésticos. Con 10 plantas productivas en México, Ternium es uno de las principales fabricantes de acero y para ellos ha ido adoptando nuevas tecnologías en sus operaciones. Dichas tecnologías siguen evolucionando para combatir el cambio climático.
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RRR