Reciclaje inclusivo y economía circular, claves para un futuro sustentable

De acuerdo con la ONU, la participación de la iniciativa privada es importante para diseñar productos más duraderos y más fáciles de reciclar

La Industria Mexicana de Coca-Cola, en alianza con PetStar, IMER y ECOCE, se han sumado a la iniciativa de disminuir los residuos del planeta.
Ramón Rivera
Ciudad de México /

El manejo adecuado de los residuos permite mitigar los impactos negativos sobre el ambiente, la salud y reducir la presión sobre los recursos naturales.

Es por ello que el reúso y el reciclaje de materiales son fundamentales para aminorar la presión sobre los ecosistemas; paralelamente se disminuye el uso de energía y de agua necesarios para su extracción y procesamiento.

La recolección y su traslado adecuado hasta el sitio donde se tratan o disponen es fundamental, no solo desde el punto de vista ambiental y de salud pública, sino también como parte de la economía circular.

Reciclar, el reto mayor

De acuerdo con el informe Perspectiva regional de la gestión de residuos en América Latina y el Caribe, realizado por la ONU, se destaca que las políticas integradoras deben de tener una mayor visión a largo plazo y promover incentivos para el reciclaje, estableciendo las responsabilidades de los diferentes actores.

Jordi Pon, coordinador regional para América Latina y el Caribe de ONU Medio Ambiente, considera que “es importante que se involucre al sector productivo, porque son los que están en mejor disposición de diseñar productos que sean más duraderos y que sean más fáciles de reciclar”. También se señala que se debe de reconocer el esfuerzo de los recicladores, pues son los primeros del eslabón en recuperar los materiales para su comercialización; los que diariamente salen a seleccionar, transformar, comercializar y reutilizar los residuos sólidos.

En este sentido destaca el trabajo que ha desarrollado la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC), a través de PetStar, en alianza con Fundación Dibujando un Mañana para impulsar su Centro de Desarrollo Integral Comunitario (CEDIC), el cual tiene como propósito mejorar las condiciones de vida de hijos de las personas que se dedican a la recuperación de residuos, proveyendo servicios de educación, alimentación y atención médica.

Como parte de su compromiso con el planeta, la compañía a nivel global se propuso en 2018 conseguir un Mundo Sin Residuos, meta que tiene como objetivo el recuperar y reciclar el equivalente a todos sus envases vendidos para 2030. Para lograrlo, el proceso de acopio y reciclaje juega un rol fundamental, el cual comienza en los centros de acopio y termina en las plantas embotelladoras.

Economía circular, esencial

El principal objetivo de la economía circular es aprovechar al máximo los recursos. Los productos deben ser diseñados teniendo en mente su reciclaje para su aplicación en otros productos o en el mismo.

La Industria Mexicana de Coca-Cola, en alianza con PetStar, IMER y ECOCE, se han sumado a la iniciativa de disminuir los residuos del planeta, impulsando la inclusión social y el desarrollo de las comunidades mexicanas promoviendo la economía circular.

Como parte de estas acciones, la IMCC también lanzó la campaña Hablemos de reciclaje a través de la cual busca impulsar la suma de esfuerzos y la importancia del valor social dentro de toda la cadena.

En los centros de acopio se reciben los materiales valorizables, a través de las personas y vecinos de la comunidad. Posteriormente, se pesa el material, se separa, se define el costo de compra y se programa su recolección para ser trasladado a la planta de acopio.

Los camiones recolectores los llevan a las plantas de acopio, donde pasa por filtros de separación y se crean pacas para su traslado a las plantas de reciclaje.

En México está la planta de reciclaje más grande del mundo, PetStar, la cual forma parte de la IMCC. Al llegar a las plantas de reciclaje, el PET es ingresado y nuevamente pasa por filtros de selección y separación. Después de ello, es convertido en hojuelas y pasa por altas temperaturas para su transformación en pellets que luego son transformados en preformas y que son canalizados a las plantas embotelladoras.

La IMCC tiene ocho plantas embotelladoras, en donde se estas preformas, para posteriormente ser transformadas en nuevas botellas a través de la inyección de aire caliente. Ya que están listas, son etiquetadas y llenadas con distintas bebidas del portafolio de la compañía.

Actualmente en México se producen 44 millones de toneladas de basura al año, de estos desechos el 3% es PET. Por ello, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) se comprometió a recolectar y reciclar el equivalente al total de botellas que venda para el 2030, contribuyendo así a un Mundo Sin Residuos.



RRR


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