La decisión del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (IPEJAL) de invertir en sociedad para el desarrollo del complejo turístico en Chalacatepec, ha demostrado ser rentable y benéfica para las finanzas de este organismo.
Ya que el proyecto en el que ha involucrado recursos públicos de sus arcas para inversión, pese a que ha sido de duración transexenal, no ha devaluado el capital en lo absoluto, y, por el contrario, le ha devuelto utilidades muy palpables que comienzan a rendir frutos hoy, cuando el proyecto está avanzando hacia su primera etapa de construcción.
Apenas recién han comenzado los primeros trabajos en Chalacatepec para construir los cimientos del complejo, tras haberse realizado intervenciones en los predios que son reservados para el desarrollo de Xala, y el IPEJAL ya ha percibido beneficios económicos muy prometedores.
Así quedó de manifiesto a mediados del 2020, cuando por ejemplo el IPEJAL recibió por parte de Activos Turísticos de México (ACTUR), una empresa que opera inversiones en el proyecto, más de 440 millones de pesos en capital que fueron a parar directo a las arcas del órgano estatal jalisciense.
La transferencia, ejecutada a finales del 2020, manifiesta una transferencia de capital por 440 millones 390 mil 542.88 pesos bajo concepto de “primera reducción de capital ACTUR”.
Está operación marca una referencia importante para el proyecto, pues con tan sólo la primera piedra y cimientos colocados de Xala, el IPEJAL ya ha recibido el equivalente al 40% de su inversión inicial sobre el proyecto.
Actualmente, Xala está presentando avances muy importantes en su construcción y la certidumbre de los inversionistas incrementa con ese panorama, lo cual a su vez sube el valor de las propias inversiones y los activos involucrados.
Desde un inicio, los inversores en Xala plantearon el tender puentes con la administración pública bajo el argumento de que esta inversión no sólo iba a retornar, sino que incrementaría su valor. Situación que ahora se está comprobando a cifras abiertas, dejando claro, en el caso del IPEJAL, que su participación deviene en una certera dimensión social al recapitalizar al ente estatal de esta que es de semejante naturaleza.
Lo que sigue en Xala, es continuar presenciando los avances y esperar nuevos retornos de capital, también para el IPEJAL. No obstante, los años que han transcurrido y las dinámicas económicas inflacionarias, la inversión no se ha visto afectada y recuperar semejante cifra a tan tempranas etapas del proyecto en sitio, es una señal positiva sobre el rumbo del mismo.
Este antecedente sienta también un buen presagio para la industria turística que ahí (en Chalacatepec) se desarrolla, con dos elementos que son vitales en este ramo: la certidumbre a largo plazo y la rentabilidad.
Pero el dinero que recupera hoy el IPEJAL, ha retornado para capitalizarlo y ser invertido en pensiones y jubilaciones de trabajadores, marcando un beneficio claro de involucrar al sector público en proyectos como el de Xala.