Si piensas que con dejar de comer azúcar y grasa es suficiente para estar saludable estás equivocado. Según un estudio publicado en abril pasado en The Lancet, las peores consecuencias derivadas de una dieta poco balanceada, si bien se relaciona con un alto consumo de azúcares y grasas, tienen mucho más que ver con comer pocas frutas, verduras, nueces y granos integrales.
Tan solo en 2017 se calcula que 11 millones de muertes a nivel mundial estuvieron relacionadas con malos hábitos alimenticios; es decir, 1 de cada 5 muertes. Entre los 195 países considerados en el estudio, el foco rojo de mayor número de muertes se concentran en algunos países de Europa del Este, Asia, Medio Oriente y África, con un intervalo de entre 313 a 397 muertes por cada 100 mil habitantes. En México –y otros países latinos como Argentina y Paraguay– ese rango está entre 189 a 249 por cada 100 mil habitantes.
¿Por qué no comer de forma balanceada está relacionado con causar tantas muertes? Según este estudio y otras autoridades, como la Organización Mundial de la Salud, no comer de forma saludable está directamente vinculado con enfermedades no transmisibles como la diabetes y el cáncer. En el caso de México, la diabetes del tipo 2 es la enfermedad que causa mayores muertes como resultado de no tener una alimentación equilibrada.
A nivel mundial el 50 por ciento de las muertes derivadas de una dieta deficiente, según el estudio, se relacionan con ingestar menos de la cantidad óptima de granos enteros y frutas, y un exceso en el consumo de sodio.
Los efectos de no comer de forma equilibrada afectan a las personas sin importar su edad, sexo y el desarrollo sociodemográfico de su lugar de residencia. “Nuestros hallazgos muestran que no comer de forma balanceada es responsable de más muertes que cualquier otro factor de riesgo para la salud a nivel mundial, incluido el consumo de tabaco, lo que destaca la necesidad urgente de mejorar la dieta humana en todas las naciones”, aseguran en la investigación.
Por otro lado, el estudio revela que al mejorar los hábitos alimenticios se podrían prevenir una de cada cinco muertes en todo el mundo. En ese sentido, los colaboradores de la investigación coinciden en que los “resultados muestran la necesidad de cambios extensos en varios sectores del sistema alimentario a nivel mundial, regional y nacional, para mejorar la dieta” de las personas y, así, prevenir muertes y enfermedades.
REPL