En el marco delDía Mundial del Riñón, que se celebró el pasado 9 de marzo, se llevó a cabo la conferencia “Caminando juntos por la salud renal”, donde especialistas en nefrología, nutrición y farmacéutica hablaron de los retos que enfrenta el sector salud en México a causa de la enfermedad renal crónica (ERC).
La ERC constituye un grave problema de salud pública en el mundo. En México la cifra de morbilidad y mortalidad ocasionada por la ERC es alarmante, situando al país en el tercer lugar de prevalencia de esta afección, solo por debajo de Estados Unidos y Taiwán.
El químico farmacéutico, Gerardo Guerrero Mota, señala que “se sabe que hay alrededor de 850 millones de pacientes que viven con enfermedad renal crónica a nivel mundial; se estima que el 10% de la población adulta vive con este padecimiento y de estos pacientes que están enfermos el 90% no lo sabe. Estamos viviendo realmente una epidemia de enfermedad renal a nivel mundial”.
La ERC constituye una de las principales causas de atención en consulta externa, hospitalización y servicios de urgencias. Sin embargo, hasta nuestros días no se ha logrado hacer una detección oportuna, lo cual retrasa la oportunidad de preservar la función renal por más tiempo. Estudios realizados por autoridades sanitarias, estiman una prevalencia de ERC de 12.2%, lo que representa una tasa de 51 defunciones por cada 100 mil habitantes”.
Este padecimiento está ligado a enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, y su impacto en la salud pública se refleja en la alta demanda de recursos humanos, económicos y de infraestructura que su tratamiento requiere; sin embargo, la mayoría de los casos se podrían prevenir si hubiera una detección oportuna.
La doctora en nefrología, Nadia Elizabeth Saavedra Fuentes indicó que, para el sector salud público, este padecimiento es insostenible, ya que el costo mensual del tratamiento por pacientes en etapas avanzadas asciende en promedio a los 35 mil pesos.
Diagnóstico y sintomatología
La ERC es una enfermedad silenciosa: siete de cada 10 personas que la padecen no lo saben; generalmente en etapas iniciales solo se presentan síntomas muy leves, como dolor de cabeza y cansancio, malestares que usualmente lleva a los pacientes a la automedicación. Es hasta etapas avanzadas que los pacientes pueden presentar síntomas como náuseas, vómito, falta de apetito, retención de líquidos en pies y manos, pérdida de masa muscular y elevación de su presión, y en etapa final, los riñones ya no tienen la capacidad de eliminar suficientes desechos y el exceso de líquido del cuerpo, por lo que será necesario una diálisis o un trasplante de riñón.
La ERC se diagnostica mediante un análisis de sangre y de orina, que estadifica el funcionamiento de los riñones y lo clasifica según el daño. La detección oportuna es muy importante, porque de otra forma, cuando no se diagnostica de manera temprana, el camino hacia el tratamiento suele ser costoso y complicado.
Tratamiento y cuidados
Cuidar un órgano vital como el riñón es primordial para la salud de todos los seres humanos, ya que es el encargado de realizar diversas funciones en nuestro organismo: desde evitar la anemia, funciones metabólicas, hasta filtrar sangre y eliminar toxinas en nuestro cuerpo.
Uno de los principales cuidados para prevalencia de los riñones ante la ERC, es realizar chequeos médicos generales por lo menos una vez al año, para conocer los niveles de creatinina, para determinar el nivel de sangre que filtra el riñón.
De igual manera, los voceros hacen énfasis en un tratamiento que vaya de la mano de un nutrición adecuada y especializada, es decir una dieta baja en proteínas y de aporte necesario en energía. Y un tratamiento con alfacetoanálogos de aminoácidos más citrato de calcio e inulina.
El doctor Juan Carlos Castillo Salinas refiere que “en el tema de la ERC, así como en cualquier padecimiento, el punto medular es que el paciente no abandone el tratamiento, ya que, si no toma sus medicamentos de manera regular, lo más seguro es que no mejore y tenga complicaciones”.
Por ello, recomiendan los tratamientos que son más amigables para los pacientes y que se presentan en una sola dosis, como lo es la administración en polvo dispersable de los alfacetoanálogos.
Finalmente, los expertos concluyeron en que “si se hace un diagnóstico oportuno, se pueden evitar complicaciones graves y desastrosas de esta enfermedad y, una vez diagnosticada, se puede dar tratamiento médico y nutricional para controlarla”.
Por ello impulsan programas como el Programa Nacional de Detección Oportuna de la ERC, enfocado en los médicos de primer contacto, para diagnosticar de manera oportuna este padecimiento; y el Programa de Atención Nutricional Especializada, cuyo objetivo es mejorar el estado nutricional de cada paciente con problemas renales crónicos.
RRR