Acámbaro es un municipio lleno de identidad cultural, famoso por sus tradiciones y costumbres, pero algo que lo hace aún más conocido es su tradicional pan “las acambaritas”, pequeñas bolitas de pan, pero llenas de sabor.
La historia de cómo es que este pan llegó al municipio de Acámbaro a mitad del siglo XX, se dice que fue el resultado de una combinación del trigo que llevaron a esta ciudad los primeros franciscanos y las manos hábiles de los artesanos de la región; se comenta que la primera persona que cocinó una acambarita fue don Noé Rosas, un panadero que duró mucho tiempo trabajando en una panadería de la ciudad.
Se dice que un día un señor le dijo a Noé que se hiciera unas bolitas de leche como las que hacían en Salamanca y él no sabía cómo eran, sin embargo hizo el intento de hacerlas y comentan que el panadero les echó más sal para que fueran poquito diferentes a las salmantinas y entonces al siguiente día unos clientes llegaron a la panadería y les llamó la atención ese pequeño pan.
— Oiga, señor pues este pan qué?
— Pos es nuevo. Lo acaba de hacer Noé.
— Y cómo se llama?
— No pos son los primeros que van saliendo; no tienen nombre.
Y dijo:
— ¡Aaaah!, pos se llamaran acambaritas por que las hicieron los acambareños.
(Información de Kiosko de la Historia)
Y desde ese día las acambaritas fueron conocidas en Acámbaro y es uno de los panes que más se vende en ese municipio de Guanajuato pues incluso en algunas panaderías hacen por día hasta 20 costales de harina.
Para preparar este pan se necesita harina, huevo, azúcar, sal y aceite, pero en ocasiones también le agregan leche y especias para que tenga mayor sabor y en la actualidad también se le agregan frutas secas.
Tradicionalmente el pan de Acámbaro estaba conformado por tres figuras básicas que era el tallado, ranchero y picón, pero con el tiempo se han agregado más como es el pan de nuez, el volcán y las mencionadas acambaritas.