No alcancé a tocar la obra, fue como un temblor: Avelina Lésper

‘El asalto a la razón’

“Era inadecuado todo: el bastidor, el cristal” en la pieza de Gabriel Rico, dice en El Asalto a la Razón.

La curadora de la Colección MILENIO Arte. Araceli López
Jorge Almazán R.
Ciudad de México /

La crítica de arte y curadora de la Colección MILENIO Arte Avelina Lésper reiteró que no destruyó la pieza Nimble and Sinister Tricks (To Be Preserved with out Scandal and Corruption) de Gabriel Rico, valuada en 20 mil dólares, exhibida en Zona Maco. Ni siquiera tuvo la oportunidad de tocarla, además de referir que la obra no es irreparable.

“Fue como un temblor, como si se hubiera aparecido un fantasma, ¡no sabes qué susto! Es una cosa terrible, como en las caricaturas, me quedé con la mano extendida, ni la toqué”, dijo en entrevista con Carlos Marín para El Asalto a la Razón, de MILENIO Televisión.

Lésper comentó que estaba haciendo un comentario crítico en la Galería OMR ante la obra de Gabriel Rico, a la cual describió como un vidrio con piezas atravesadas: una piedra, dos pelotas –una de fútbol y otra de tenis– y una pluma de pájaro sostenidas sobre unos bastidores de latón muy endebles. 

“Hice una visita guiada a Zona Maco y con alguna de las personas que me acompañaban estaba haciendo el comentario de que era un objeto irrelevante, que era increíble que eso tuviera presidencia de arte, porque además de todo, el artista haciéndose chistoso”, mencionó la crítica.

Lésper rememoró la escena ocurrida el domingo en Zona Maco: “me acerqué con una lata vacía que ni era mía —yo no tomo refrescos— y que estaba doblada. La puse primero en el suelo y luego la recogí. Alargué el brazo como para poner la lata en la piedra que estaba salida del vidrio y en ese momento la cosa implotó. ¡No la alcancé ni a tocar! Fue impresionante porque me quedé como en las caricaturas, con la mano extendida y se hizo añicos”.

Refirió que “obviamente era inadecuado todo: el bastidor, el cristal, todo… ¡y valuada en 20 mil dólares! Pero al artista le importa eso y todo. Hay tanto oportunismo en el arte ahora mismo que te dicen: ‘bueno, no 20 mil, 50 mil’, pero puedo déjame decir que rota vale más, es la realidad, ese es el proceso de esos objetos”.

En ese sentido, comentó que tan es así que para llevarla a otras galerías se echan los restos de la obra en una caja y para exhibirla se riega igual en el suelo como cuando estaba hecha añicos. “En eso consisten esas obras y así se tratan esos objetos”.

Avelina Lésper comentó que el arte no es cuestión de gustos pero sí de criterio, porque es, antes que nada, la manifestación de la inteligencia, de la creatividad y el talento. 

La crítica y curadora reafirmó que se trató de un accidente, además de que cuestionó el valor de este tipo de obras. “Estos objetos definitivamente no son arte, no porque cuestan 20 mil dólares, o porque en la galería los vayan a convertir en arte”. 

Se puede reparar, considera la crítica

Avelina Lésper reconoció que que la obra tenía “un mínimo de factura, de realización o de resistencia”. El accidente, agregó, “le pudo haber pasado el galerista, al coleccionista o en un museo”. Aseguró que cuando le preguntarán cómo la iba a reparar, respondió: “¡Muy sencillo! Dame la las pelotas, la piedra, la pluma y la vuelvo a mandar a hacer con un vidriero, la monto y te lo entrego”. 


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